Entrevista con el Dr. Abdullahi Adan Mohamoud, médico de MSF en Somalia
Hospital del Sur de Galcayo, Somalia

¿Por qué el servicio quirúrgico de MSF en el hospital del sur de Galcayo es tan importante?
El servicio quirúrgico de MSF en Galcayo es muy importante porque es el único servicio quirúrgico gratuito en una región afectada por frecuentes enfrentamientos violentos. Se ocupa de mucha gente, procedente de ciudades y aldeas tan lejanas como Dhusa Mareeb (a unos 240 kilómetros de distancia). La gente en esta región es demasiado pobre para permitirse pagar por atención quirúrgica privada, que cuesta una fortuna. Además, hay muy pocos cirujanos trabajando en Somalia, y la mayoría de ellos se concentran en Mogadiscio, que queda lejos de Galcayo (a unos 730km).
¿Qué clase de intervenciones quirúrgicas practicáis?
Practicamos todo tipo de cirugía, pero los heridos de guerra constituyen aproximadamente la mitad de los pacientes que operamos. Esto es esporádico y muy impredecible – como los enfrentamientos. También practicamos intervenciones por patologías como obstrucciones intestinales, apendicitis, úlceras y cesáreas en la maternidad – para asegurar partos seguros cuando se presentan complicaciones.
¿Durante cuánto tiempo lleva MSF proporcionando asistencia quirúrgica en Galcayo?
El servicio de cirugía en Galcayo funciona desde hace 5 años. Me incorporé a mi puesto aquí hace cuatro meses. Antes de que yo llegase MSF se vio obligada a interrumpir las actividades quirúrgicas durante unos 10 meses debido a la falta de recursos humanos. Está muy bien que podamos ofrecer este servicio de nuevo.
¿Nos puedes hablar de algún incidente reciente que ilustre vuestro trabajo?
A finales de octubre y principios de noviembre, en Galcayo estallaron intensos enfrentamientos, incluyendo una explosión. Como resultado de ello, el hospital recibió unos 45 heridos, en este caso predominantemente hombres.
La explosión se produjo después de medianoche y el hospital quedó desbordado con los heridos. Desgraciadamente, dos pacientes con heridas de gravedad murieron antes de llegar al quirófano.
Las víctimas padecían todo tipo de heridas, desde heridas leves a heridas abdominales y vasculares de consideración. Los casos más fáciles requirieron tratamiento médico y los de consideración (intestino y colon) intervenciones quirúrgicas urgentes. Conseguimos salvar a todos los pacientes que tratamos y ahora todos ellos están conscientes y algunos incluso ya han sido dados de alta.
Uno de los casos destaca particularmente, porque el hombre estaba muy confundido. Venía del norte de Galcayo, un viaje muy difícil (debido a la línea divisoria que separa la ciudad). Presentaba heridas múltiples y requería asistencia quirúrgica. Sin embargo, su estado dificultaba la obtención del consentimiento necesario. Por suerte, finalmente pudimos tratar al hombre, gracias al apoyo del consejo de ancianos. Ahora está mucho mejor.
¿Cómo decidiste hacerte cirujano?
En realidad, en un principio no elegí esta trayectoria profesional. Pensaba irme del país porque la violencia se estaba haciendo intolerable. Sin embargo, mi hermano me animó a ir a la Universidad y estudiar. Seguí su consejo y estudié en la universidad de Banadir. En 2008 me gradué dentro del primer grupo de médicos que se graduaron en Somalia desde la caída de Siyad Barre. Tras la graduación fui al hospital de Medina para estudiar la especialidad de cirugía facilitada por MSF.
¿Cómo te sientes con respecto a tu trabajo?
Me gusta mi trabajo. Es lo mejor que me ha ocurrido nunca. La parte que más me gusta es ver a mis pacientes regresar al hospital tras el tratamiento para darme las gracias y animarme. Esto me da una sensación de satisfacción y éxito.
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© Jan Grarup /NOOR