Europa no responde a la amenza global de la tuberculosis
Un informe de MSF revela una financiación insuficiente y mal diseñada para la investigación

Un nuevo análisis de la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) muestra cómo la Comisión Europea no aporta lo suficiente para la Investigación y Desarrollo (I+D) de nuevos diagnósticos, tratamientos y vacunas contra la tuberculosis (TB). MSF exhorta a la Comisión Europea a que multiplique por cinco su financiación para la investigación de herramientas para combatir la TB , una epidemia global que se cobra cada año 1,7 millones de vidas.
“Los equipos de MSF que responden a la epidemia en África y Asia se enfrentan a una tarea casi imposible porque están utilizando pruebas y medicamentos que no son lo bastante efectivos”, afirma el Dr. Tido von Schoen-Angerer, director de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales de MSF (CAME). “Necesitamos urgentemente nuevas vacunas, métodos de diagnósticos y medicamentos para la TB y esto sólo es posible con más investigación”.
Y la urgencia aumenta con la rápida propagación de la tuberculosis entre las personas VIH-positivas y el aumento de cepas de la enfermedad resistentes a los medicamentos que no responden a muchos de los tratamientos más utilizados.
A escala global, es necesario gastar en torno a 1.450 millones de euros en investigación y desarrollo (I+D) de TB. MSF estima que la aportación anual de la Unión Europea debería ser de 409 millones de euros, pero el informe de MSF revela que la Comisión Europea gastó únicamente 18,7 millones de euros en I+D de TB en 2007.
“La responsabilidad de Europa en este tema es clara”, manifiesta el Dr. von Schoen-Angerer. “Países vecinos de Europa, e incluso dentro mismo de la Unión Europea, están luchando contra cepas resistentes de la enfermedad. Pero los presupuestos para investigación siguen siendo penosamente bajos. La tuberculosis está llamando con fuerza a la puerta pero la Comisión Europea hace oídos sordos”.
Y los estados miembros no compensan el déficit. Un análisis anterior de MSF reveló que Alemania, la economía más fuerte de la UE, sólo aportó 7,5 millones de euros. “La Comisión Europea no puede pasar la pelota a los otros estados miembros y viceversa”, declara Dr. von Schoen-Angerer.
El análisis de MSF también muestra como la financiación de la Comisión Europea no es la adecuada para responder a las necesidades de quienes desarrollan las vacunas, los medicamentos y las pruebas de diagnóstico. La Comisión no tiene en cuenta nuevas alternativas al tradicional modelo de I+D basado en patentes, como las asociaciones sin ánimo de lucro y las primas en metálico que premian determinadas investigaciones. Al eliminar la necesidad de tasar los medicamentos con precios elevados a fin de recuperar los costes en investigación y desarrollo estos enfoques innovadores podrían ayudar a superar el olvido en el que se ha sumido a la investigación en el campo de enfermedades que no atraen suficiente inversión por parte de la industria, como la tuberculosis.
Aunque se centra en la TB, el análisis de MSF también aborda otras enfermedades: en 2007, sólo se gastaron 17,1 millones de euros en investigación y desarrollo para la malaria. No se invirtió ni un solo euro en la investigación de otras enfermedades tropicales olvidadas como la leishmaniasis o el Chagas, aunque éstas afectan a millones de personas en los países en desarrollo.
MSF trata a casi 30.000 personas con tuberculosis en 39 países en todo el mundo.