El Fondo Global necesita contribuciones financieras sólidas para mantener y ampliar sus programas de lucha contra el sida

MSF alerta de que, si los donantes no se comprometen, se tirará por tierra todos los avances logrados hasta ahora

MSF
05/10/2010

Las contribuciones que los principales donantes anunciarán esta semana en la Ronda de Reposición del Fondo Global de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria quedarán previsiblemente lejos del nivel de aportaciones necesarias para el mantenimiento y ampliación de los programas financiados por el Fondo, según alertó hoy Médicos Sin Fronteras (MSF). El informe que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar con vistas a esta conferencia confirma que mejorar y ampliar el alcance del tratamiento de los enfermos de VIH/sida sólo será posible con un respaldo financiero sostenido a mecanismos como el Fondo Global.

Actualmente, el Fondo Global canaliza dos tercios de la financiación internacional destinada a la malaria y la tuberculosis, y casi un 25% de la destinada a la lucha contra el sida. Según las estimaciones del propio Fondo, si su objetivo presupuestario de 20.000 millones de dólares a tres años se cubriera, los programas que financia podrían proporcionar tratamiento con antirretrovirales a 7,5 millones de personas seropositivas, 5 millones más que en 2009.

“Gracias a la contribución del Fondo Global, países como Malaui han podido lanzar programas que salvan vidas y reconstruyen comunidades devastadas por el sida”, explica Marielle Bemelmans, jefa de misión de MSF en este país africano, en el que la organización médico-humanitaria, en colaboración con el Ministerio de Salud, proporciona tratamiento a 38.000 pacientes. “Pero otras 200.000 personas necesitan tratamiento con urgencia en este país, y unos 10 millones en todo el mundo. Si los donantes dejan pasar esta oportunidad y no se comprometen a luchar contra la pandemia, estaremos tirando por tierra todos los avances logrados hasta ahora”.

Las nuevas directrices de la OMS recomiendan el tratamiento temprano de los pacientes con VIH, así como la utilización de fármacos mejores y menos tóxicos, pero más caros. En caso de que el Fondo Global no cubra sus necesidades presupuestarias, estas nuevas directrices no podrán implantarse, lo que perjudicará a la respuesta mundial contra el sida en los años venideros. Si la actual situación financiera se perpetúa, los pacientes tendrán menos opciones ya que la lucha global descansará cada vez más en proyectos de organizaciones privadas, como por ejemplo los de MSF.

La posible retirada de Alemania, el tercer donante del Fondo Global por detrás de Estados Unidos y Francia, es una de las grandes amenazas: las previsiones apuntan a que reducirá su contribución en dos tercios, y podría suspenderlas totalmente a finales de 2011. Previsiblemente Italia no va a realizar ninguna aportación. Otros países han anunciado incrementos modestos y, al mismo tiempo, programas bilaterales como el PEPFAR (Plan Presidencial de Emergencia de Respuesta al Sida de Estados Unidos) están valorando congelar sus contribuciones en los próximos años.

Los principales donantes, incluyendo a EEUU, deberían acudir a la Ronda de Reposición con contribuciones financieras decididas, con el fin de garantizar la continuidad del Fondo Global. “Hace poco más de una semana, en la Cumbre de seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, muchos países se comprometieron a reducir la mortalidad materno-infantil y a ‘redoblar’ esfuerzos para alcanzar el acceso universal a tratamiento para los enfermos de sida”, recuerda Sophie Delaunay, directora general de MSF en Estados Unidos. “¿Cómo casan esos compromisos de palabra con la congelación o reducción de las contribuciones al Fondo Global, que es un actor crucial en la lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis?”

Para más información sobre la crisis de la financiación de la lucha contra el sida, ver informe “No es momento de rendirse” haciendo clic aquí.