Haití: Diario fugaz (3) (por Ricardo Rodríguez Cid)

Seguimos viajando entre el caos circulatorio, el polvo y los claxon y, al fondo, vimos como siempre a los cascos azules apostados en muchas esquinas. En mitad del atasco, era increíble comprobar cómo el resto de los vehículos trataban de dejarnos libre el camino, pues después de casi 20 años trabajando en el país, la gente identifica perfectamente nuestros coches. Para los haitianos, MSF es símbolo de asistencia sanitaria y en muchos lugares del país somos los únicos médicos que la población ha conocido en su vida.
Avanzamos tortuosamente por la ciudad y atrás quedaron los restos del centro histórico. Ahí a lo lejos también quedaron Cité Soleil y el hospital Choscal, mientras nos dirigíamos hacia una de las áreas más despejadas de Puerto Príncipe, donde en un gran terreno que antes se usaba para jugar al fútbol, habíamos levantado un gran hospital inflable en muy pocos días.