India: la desnutrición infantil es una prioridad en la intervención por las inundaciones
<p>Entrevista con Jean François Saint-Sauveur, coordinador médico de MSF en el proyecto de kala azar en el estado de Bihar, que ha trabajado en la intervención de emergencia por las inundaciones</p>

El pasado 16 de julio, MSF empezó a tratar enfermos de kala azar en el distrito de Vaishili, en Bihar, uno de los más pobres del país. Apenas una semana después, unas fuertes inundaciones afectaban este estado de India. Inmediatamente, equipos de MSF empezaron a hacer evaluaciones sobre el terreno para atender las necesidades más urgentes. Los resultados de varias evaluaciones nutricionales mostraron porcentajes muy altos de desnutrición infantil. Actualmente, la intervención de emergencia continúa en los distritos de Darbanga y Khagaria. La respuesta a la desnutrición es una de las prioridades.
Tras las fuertes inundaciones en el norte de India, el equipo de MSF empezó una intervención de emergencia. ¿Cuáles han sido las principales actividades que se han hecho hasta el momento?
Planteamos la intervención en dos fases. En la primera, nuestros equipos hicieron evaluaciones en los lugares más aislados del área afectada –donde no había acceso y teníamos que ir primero con coche y luego en barca– y a la vez trabajaban con clínicas móviles para responder a las necesidades que encontraban. Esto duró unas tres semanas y también estuvimos pendientes de que no hubiera ningún brote al que fuera necesario responder. Además, en las clínicas móviles hicimos una encuesta nutricional rápida para saber el estado de los menores de 5 años.
El mayor problema que encontramos en las evaluaciones sobre el terreno, tanto en Darbanga como en Khagaria, fue la situación nutricional, con muchos casos de desnutrición aguda severa y desnutrición aguda moderada. Así que en la segunda fase nos hemos enfocado en dar una respuesta a este problema médico. Además, seguimos trabajamos con clínicas móviles, actividades de agua y saneamiento, y distribución de material de ayuda. Hemos priorizado unas 25 localidades en estos dos distritos. Seguramente hay otros lugares donde no hemos hecho evaluaciones y las necesidades también son grandes, pero hemos tenido que centrar nuestras actividades en función también de nuestra capacidad.
¿Os han sorprendido los resultados de las evaluaciones nutricionales?
Bihar es un estado muy pobre y hemos hecho las evaluaciones en las zonas más pobres y entre las castas más bajas. Te digo esto porque esperábamos una situación precaria, pero no tan mala como nos encontramos. Al hacer las evaluaciones nutricionales, en varias localidades había entre un 1 y un 5% de desnutrición aguda severa y entre un 25 y un 35% de moderada, así que era una situación de alarma nutricional muy marcada. Además, en muchos lugares hay una desnutrición crónica, una situación reportada en varios informes y también reconocida por UNICEF, por el Gobierno y diversas agencias. Las inundaciones han agravado esta situación.
Después de tener estos datos de desnutrición, ¿cómo implementasteis la intervención nutricional?
A pesar de que hay encuestas nutricionales que se publican cada dos años donde se muestra una deficiente situación nutricional en varios lugares de esta zona, es diferente estar con un equipo en el terreno y tener que afrontar este problema médico. Teníamos el diagnóstico y teníamos que reaccionar. En ese momento, teníamos tratamientos para la desnutrición aguda severa y teníamos el preparado Plumpy’Nut proveniente de nuestro stock en el proyecto regular de kala azar. Así que decidimos intervenir en las localidades donde habíamos encontrado unas necesidades más alarmantes e implementar en las clínicas móviles un componente nutricional.
Este alimento terapéutico ha sido fundamental en la intervención, hemos utilizado el Plumpy’Nut según los protocolos médicos de MSF para tratar a desnutridos severos y también lo hemos adaptado para poder tratar a los moderados. Para los equipos de MSF en el terreno era un dilema porque la intervención de emergencia estaba previsto que finalizara en unos meses y no sabían si daría tiempo a dar seguimiento al tratamiento para todos. Pero no había ninguna otra organización que fuera a intervenir en el área nutricional.
Desde vuestro trabajo en el terreno, ¿cuáles son las ventajes de estos alimentos preparados para tratar la desnutrición?
En una intervención de emergencia de estas características es muy bueno poder utilizar este tipo de alimentos terapéuticos porque son menos pesados y a pesar de no tener agua potable, ni unas buenas condiciones de higiene, se pueden utilizar fácilmente. Se lo das a las mismas madres que se lo pueden dar a sus hijos pequeños, y ya va preparado, “listo para tomar”. Todo es más sencillo y además los niños tiene una buena aceptación. Es efectivo. Y algo que no hay que dejar de resaltar es que ningún niño de los que han estado en tratamiento ha muerto.
Cuando se produjeron estas inundaciones en Bihar, el proyecto de MSF de kala azar llevaba pocos días tratando enfermos. Nos gustaría saber cómo se gestionan estas emergencias desde misiones con proyectos más estables como el vuestro.
El 16 de julio empezamos a tratar enfermos en el proyecto de kala azar y justo el 25 del mismo mes se produjeron las inundaciones. El equipo de MSF que estamos trabajando en el proyecto de kala azar teníamos claro que debíamos hacer algo para paliar en la medida de lo posible las consecuencias de las fuertes lluvias, sobre todo con las informaciones que decían que se trataba de la peores inundaciones que había sufrido esta zona en años. El proyecto regular ha apoyado la intervención de emergencia con material y con personal internacional hasta que han llegado más recursos humanos. Pero a pesar de ese trabajo extra, el proyecto de kala azar ha seguido con normalidad. Hasta finales de septiembre hemos tratado unos 300 pacientes y a finales de octubre habremos tratado unos 400 pacientes. También hemos empezado las actividades de sensibilización, pero de momento sólo estamos trabajando en las comunidades más cercanas al hospital donde estamos trabajando.
¿Por qué no más lejos?
Por una razón básica: si nosotros vamos a una comunidad donde no estamos tratando y le decimos a los enfermos que vayan al centro de salud más cercano a tratarse, no sabemos primeramente si hay medicamentos y segundo, tampoco sabemos qué medicamento le van a administrar. Así que hemos empezado las actividades de educación e información a las áreas más cercanas al hospital donde tratamos. En esta formación, le explicamos a la población qué es el kala azar y también cómo trabaja MSF, es muy importante explicar que tanto el diagnóstico como el tratamiento son gratuitos, que además son efectivos y que solamente tendrán que estar 10 días en el hospital.
¿Cuáles son los próximos pasos que vais a dar tanto en la intervención de emergencia por las inundaciones como en el proyecto?
En primer lugar, la intervención en la emergencia nos ha enseñado que en una zona como Bihar, uno de los estados más pobres de India, hay que estar preparado para responder en todo momento a posibles emergencias y eso exige un esfuerzo de adaptación grande. Por otra parte, a pesar de los altos niveles de desnutrición que hay en Bihar los RUTF (alimentos preparados terapéuticos listos para tomar) no están disponibles para los casos severos, porque no hay ninguna organización ni plan del Gobierno para responder a este problema. Esta clase de productos son muy caros, al final cada ración cuesta un poco más que un dólar, así que tampoco es un tratamiento al que la gente pueda tener acceso fácilmente. Tenemos que plantearnos cómo podemos presionar para que se pueda avanzar en su accesibilidad.
En el proyecto de kala azar, el próximo paso que vamos a dar es descentralizar el tratamiento que damos con Ambisone para el kala azar, ahora estamos a nivel del hospital del distrito y en un corto espacio de tiempo queremos empezar a tratar en los centros de atención primaria.
En la emergencia de las inundaciones están trabajando 11 miembros de MSF (6 nacionales y 5 expatriados) entre los que se encuentran personal sanitario, logístico y de agua y saneamiento.