Indonesia: se acaba la emergencia y empieza la recuperación
Loreto Barceló es la coordinadora de uno de los equipos de emergencia que MSF ha mandado a Sumatra para asistir a las víctimas del terremoto que azotó la isla el pasado 30 de septiembre. A los 20 días de iniciar la intervención, nos cuenta cómo evoluciona la situación en el terreno.

Ya han pasado unos 20 días desde el terremoto. ¿Cuál es la situación hoy en día en el terreno?
Hubo una respuesta importante en el primer momento, pero 20 días después muchas organizaciones ya se van retirando. Las autoridades indonesas están intentando identificar los vacíos que se van creando para reubicar la ayuda. Mientras, nuestros equipos siguen encontrando algunas zonas remotas donde todavía no ha llegado ninguna ayuda. No estamos hablando de mucha gente, son pequeñas poblaciones, pero no han sido atendidas. Los habitantes han perdido sus casas y muchos bienes; tienen un clara necesidad de artículos de primera necesidad. El problema es que el acceso a estos pueblos es muy difícil, ha llovido mucho en los últimos días y las carreteras están en muy mal estado, llenas de barro. El sábado, por ejemplo, ocurrió un nuevo deslizamiento de tierra.
¿Cuál es la situación de la gente, sus mayores necesidades?
Aunque sólo han pasado unos 20 días desde el terremoto, ya se está acabando la fase de emergencia. Pasamos ahora a la etapa de recuperación. Muchas familias que se habían desplazado regresan a sus casas y otras que lo han perdido todo están buscando un lugar donde poder quedar. El Gobierno ha iniciado la construcción de albergues temporales (previstos para que la gente se quede hasta un año) donde se van a reubicar a los supervivientes de las zonas más afectadas. Nuestros equipos van a intervenir para asegurar buenas condiciones de agua y saneamiento en estos albergues.
El sábado vi un caso que ilustra bien lo difícil que va a ser la recuperación para muchos. Durante una clínica móvil, vimos como una víctima de un deslizamiento regresaba a su casa y fuimos a visitarle. Nos contó que cuando ocurrió el terremoto el estaba rezando. Quedó atrapado más de 24 horas por el alud de barro, junto con muchas personas más. Fue rescatado junto con algunos de ellos, pero muchos otros no tuvieron su suerte. Fue enviado al hospital, donde fue operado de fracturas en ambas piernas. Ahora está de regreso en su casa, en una silla de ruedas, recuperándose. Pero una silla de ruedas no es fácil de manejar en estos lugares.
De forma general, ¿crees que la ayuda está llegando a las víctimas?
La respuesta ha sido suficiente, incluso ha llegado más de lo necesario en algunas zonas, pero ha faltado coordinación en un primer momento. El grueso de la ayuda se ha concentrado en algunas zonas mientras otros lugares más remotos siguen sin cubrir. Además, ahora que está terminada la fase de emergencia se están retirando algunos órganos de coordinación.
¿Cuál ha sido la respuesta de MSF?
Los primeros equipos llegaron a las zonas afectadas tres días después del terremoto. Tras descartar rápidamente una intervención en los principales hospitales ya que con la importante ayuda que llegaba podían hacer frente a las necesidades, decidimos lanzar clínicas móviles en algunas de las zonas rurales más olvidadas, bien en zonas remotas donde el acceso era difícil o bien en otras áreas menos afectadas pero que habían sido ignoradas por los esfuerzos de ayuda. En las clínicas móviles, las principales patologías que observamos son infecciones respiratorias, diarreas e infecciones de la piel, todas ellas enfermedades relacionadas con las difíciles condiciones de vida en las que se encuentran las víctimas actualmente.
Por otra parte, MSF ofrece atención psicológica a las víctimas. En el equipo de emergencia llegaron varios psicólogos que aquí han ido formando a psicólogos indonesios. Algunos de ellos ya trabajaron con MSF tras el tsunami de 2005 (que también afectó a la isla de Sumatra) y otro terremoto en 2007. Tenemos ahora varios equipos que llevan a cabo sesiones de psico-educación en las que se explican formas sencillas de afrontar estos eventos traumáticos. Para los casos más graves, los psicólogos ofrecen además sesiones individuales de apoyo psicológico.
Otro equipo de MSF está trabajando en el área de agua y saneamiento, instalando tanques de agua en varios pueblos afectados (y asegurando el suministro regular de agua con camiones) e interviniendo en los albergues temporales que está construyendo el gobierno.
Y finalmente, ya hemos distribuido material de primera necesidad, incluyendo kits de higiene y de cocina, mantas, esterillas y lonas de plástico a unas 1.600 familias. Estas distribuciones van a seguir y vamos además a añadir herramientas básicas para que la población pueda iniciar la reconstrucción de sus hogares.
¿Cuánto tiempo va a durar la intervención de MSF?
Calculamos que la intervención debería durar hasta mediados de noviembre. En el mes que queda nos dará tiempo para terminar las actividades de agua y saneamiento, asegurando unas buenas condiciones para la población, tanto los que vuelven a sus casas como los que se moverán a los albergues. En el aspecto médico, vemos que los centros de salud vuelven poco a poco a funcionar, el personal está regresando y aunque muchas veces tienen que trabajar bajo tiendas ya que los edificios están destruidos se está recobrando la normalidad. En el área de salud mental un mes también será suficiente para dar a las víctimas ese apoyo inicial que necesitan para afrontar la recuperación. De forma general, el objetivo de MSF es intervenir en la fase de emergencia para hacer frente a las necesidades más urgentes; luego tanto el gobierno como otras organizaciones se harán cargo de la reconstrucción.
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Loreto Barceló, coordinadora en la emergencia de Indonesia © MSF