Jordania: objetivos del proyecto

El jefe de misión, el Dr. Mego Terzian, explica los objetivos del proyecto que MSF abrió el pasado agosto en Ammán, Jordania, y describe las principales dificultades a las que tiene que hacer frente el equipo y nuestras contrapartes en Irak.

MSF
20/10/2006

¿Puedes explicarnos las razones de la presencia de MSF en Ammán?
Durante varios meses, MSF estuvo estudiando qué recursos podía desplegar para intentar ayudar a los civiles heridos en Irak. Inicialmente reunimos una red de contactos que abrió el camino a una posible intervención. Asesorados por nuestras contrapartes iraquís abrimos una misión en Ammán, Jordania, a 400 kilómetros de la frontera con Irak. En un primer momento, expresaron su preocupación sobre el ambiente de caos que actualmente reina en Irak, disuadiéndonos de intervenir allí directamente. En su lugar, sugirieron la posibilidad de trabajar en cirugía reconstructiva, puesto que los hospitales iraquís están tan colapsados que ya no pueden ofrecer este tipo de atención. Por ejemplo, uno de los pacientes al que queremos trasladar aquí ha estado esperando una operación de cirugía reconstructiva durante más de dos años. Está saturación va unida a una falta de cirujanos especialistas: según Naciones Unidas, más de 400 médicos especialistas han abandonado Irak desde que empezaron las hostilidades en 2003. Además, cientos de médicos han perdido la vida debido al conflicto. Por este motivo, por ejemplo, el Hospital Quirúrgico General de Bagdad actualmente sólo cuenta con un cirujano ortopédico. Las amenazas contra los médicos también afectan a sus pacientes, puesto que este tipo de cirugía requiere una estancia en el hospital de tres semanas como media, tres semanas durante las cuales los pacientes están a merced de las represalias de varias milicias armadas.

¿Qué pasos se han tomado para abordar esta situación?
Junto con la Media Luna Roja de Jordania y con el apoyo de una serie de colegas iraquís, decidimos abrir una misión en Ammán y referir a los pacientes iraquís que necesitan este tipo específico de operaciones a este servicio. El Hospital de la Media Luna Roja jordana nos cedió un quirófano que renovamos, unas 20 camas de hospital para los pacientes que hemos empezado a trasladar, y un equipo de diplomados en enfermería que apoyan a nuestro equipo sanitario. Para abordar la cuestión de las amenazas contra trabajadores occidentales en Irak, hemos creado una red de contactos con médicos locales, que intentan identificar pacientes para referirlos a Ammán. Estos mismos médicos también intentan determinar las deficiencias más graves en el sistema hospitalario de Bagdad, visitando las instalaciones sanitarias de todos los credos a fin de respetar nuestro principio de imparcialidad. Basándose en las conclusiones de estas visitas, nuestros colegas han elegido varios hospitales a los que intentaremos suministrar regularmente materiales y medicamentos. No obstante, este objetivo requiere varias garantías, particularmente en materia de intermediarios fiables, tanto a la hora de hacer los pedidos médicos como de recibirlos. Esto es especialmente importante dado el enorme gasto que representa esta parte del proyecto.

¿Cuáles son las principales dificultades inherentes a este proyecto y cómo podemos resolverlas?
Más allá de las trabas administrativas que tenemos que superar para trasladar a los pacientes, existen muchos obstáculos, principalmente debido a la gran inseguridad reinante en Irak. Los peligros a los que deben hacer frente nuestros colegas en Bagdad ahora incluyen violencia por parte de grupos armados, y las dificultades y riesgos que supone viajar dentro del país, particularmente por la carretera que los pacientes y los familiares deben recorrer para llegar al aeropuerto de Bagdad. Por ejemplo, para las personas que viven en algunos lugares cerca de la capital sería menos arriesgado conducir hasta Jordania para recibir atención médica que desplazarse hasta el aeropuerto o quedarse en un hospital en Bagdad. De hecho, eso fue lo que nuestros pacientes más recientes decidieron hacer. Al mismo tiempo, también tenemos que tener cuidado de no exponer a nuestros colegas en Irak y ¡eso no es nada fácil! Uno de ellos, por ejemplo, recibió amenazas directas hace poco al salir del Ministerio de Salud para recoger información sobre un paciente que iba a ser referido. Nuestro primer paso, por lo tanto, es cuidar y mejorar nuestra red de contactos de médicos iraquís a fin de estar cerca de quienes necesitan ser sometidos a una intervención de cirugía reconstructiva y gradualmente incrementar el número de pacientes que puedan ser referidos y atendidos en Jordania.