La falta de fondos para países de rentas bajas amenaza la vida de las personas con VIH/sida
Varios países de rentas bajas gravemente afectados por el VIH pueden quedar parcial o totalmente descartados en la actual ronda de financiación del Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, según advierte MSF.

A menos que se convoque de inmediato una nueva ronda que permita que las solicitudes desestimadas vuelvan a presentarse, las personas VIH-positivas de los países que queden fuera sufrirán graves consecuencias, como infecciones oportunistas y, en última instancia, una muerte temprana.
El próximo 13 de diciembre, la Junta del Fondo Mundial se reúne para decidir la asignación o no de fondos a las distintas propuestas presentadas por los países, así como para acordar los plazos de la próxima ronda de financiación. Mientras algunos indicios en la prensa apuntan que varias propuestas van a ser rechazadas, a MSF le preocupa profundamente que países con ingresos limitados y una alta incidencia de VIH, como Malaui, Zimbabue, Mozambique, Swazilandia y Lesoto, puedan ver denegados en esta ronda los fondos solicitados para combatir el VIH y la tuberculosis.
“El Fondo Mundial debe asegurar, en la reunión de la Junta programada para la semana que viene, que abrirá la próxima ronda de financiación tan pronto como sea posible para que los países cuyas solicitudes hayan sido denegadas anteriormente puedan revisar sus propuestas y presentarlas sin demora”, declara Jerome Oberreit, director de operaciones de MSF.
Esta noticia sigue al anuncio en octubre de 2010 de que las aportaciones prometidas al Fondo Mundial por parte de los países financiadores no permitirán ampliar el tratamiento de VIH/sida a más personas. Esto también sucede justo cuando gobiernos y donantes, como el Plan Presidencial de Emergencia Para el Alivio del Sida (PEPFAR) y el mecanismo internacional de compra de medicamentos (UNITAID) están pidiendo al Fondo Mundial que asuma la responsabilidad de asegurar la continuidad de los fondos para el VIH/sida en varios países.
“La situación actual de los fondos es lo más parecido a una crisis. Si los donantes confían en el Fondo Mundial como el último bastión en la batalla contra el sida, tienen que aportarle los recursos suficientes para responder conforme a las necesidades”, explica Oberreit. “Pero, a falta de compromisos políticos firmes, el Fondo Mundial se verá obligado a racionar sus fondos y, a su vez, la prevención y el tratamiento del sida. La promesa por parte de los líderes mundiales de ampliar el tratamiento a más pacientes quedará vacía de contenido”.
Los 10 millones de personas en todo el mundo que actualmente necesitan tratamiento antirretroviral no pueden acceder a él, sobre todo en África subsahariana.
“Malaui tiene una sólida trayectoria en el tratamiento del sida y ha desarrollado un ambicioso plan basado en las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para mejorar la calidad de la atención y proporcionar a los enfermos tratamientos menos tóxicos en una fase más temprana”, declara la Dra. Ann Åkesson, médico de MSF en Malaui, donde cerca de 225.000 personas reciben medicamentos para el sida. “Países como Malaui deberían recibir todo el apoyo en su voluntad de poner la atención dispensada a la altura de los estándares recomendados”.