"A la población le falta todo lo necesario para enfrentarse al día a día y reconstruir sus casas"

Entrevista con Maria Teresa de Magalahaes que está trabajando con MSF para evaluar la situación de los distritos de Barguna y Patuakhali en Bangladesh después del paso del ciclón Sydr

MSF
10/12/2007

Tras el ciclón del 15 de noviembre, Médicos Sin Fronteras ha enviado personal médico, logístico y expertos en agua y saneamiento a cinco de los distritos más afectados en el sur de Bangladesh. En Mathbaria, al sur del distrito de Pirojpu, las clínicas móviles están dispensando asistencia médica a las víctimas del ciclón. En la zona costera, en la punta sur del distrito de Patuakhali, la distribución de material de ayuda, como contenedores de agua, mantas y utensilios de cocina es permanente. Debido a la dificultad de acceso a las islas en la costa de Bangladesh, algunas comunidades han recibido poca ayuda hasta el momento. Maria Teresa de Magalahaes forma parte del equipo de emergencia enviado a evaluar la situación y identificar los pueblos que necesitan asistencia en las zonas más remotas de los distritos de Barguna y Patuakhali.

¿Cómo decidisteis dónde intervenir?

Primero nos reunimos con las autoridades locales de salud; y después consultamos las estadísticas y las noticias o hablamos con otras organizaciones. En Barguna y Patukhali consultamos las clínicas móviles que realiza el Gobierno y otros organismos. En general nos centramos en los lugares donde el ciclón golpeó con más fuerza. Visité hospitales en el sur del distrito y traté de llegar a las áreas a las que era difícil llegar. Gran parte de mi trabajo es buscar de forma proactiva a personas heridas o enfermas tras el ciclón. La población local es una gran fuente de información. Las noticias vuelan y ellos nos dicen donde ir y donde ha habido más daño. Sin embargo, todo ha de ser consultado. Ayer, por ejemplo, visité un lugar que pensamos que estaba muy afectado y la destrucción era, básicamente, la pérdida de las cosechas.

¿Cuál es la mayor necesidad?
Ahora, a la población le falta, sobre todo, mantas, garrafas, utensilios de cocina y ropa; todo lo necesario para enfrentarse al día a día y reconstruir sus casas. De un día a otro, la gente lo ha perdido todo. Cuando el ciclón golpeó el país, hubo una oleada a lo largo de la costa. La gente cuenta que llegó a más de dos metros en algunos lugares. Cuando el agua remitió, la corriente era muy fuerte y se llevó todo por delante. La gente intentó subirse a los árboles y muchos se quedaron sólo con lo puesto.

Visitaste a la población y los hospitales, ¿qué necesidades médicas has observado?
Hay muchas infecciones respiratorias especialmente con los niños porque no tienen mantas y por la noche hace frío. Hay algunos heridos; la gente que tiene fracturas o está seriamente herida está hospitalizada. El Gobierno ha hecho un buen trabajo en cuanto a logística. Dos o tres días después del ciclón, aquellos con serias heridas en la cabeza o en la espina dorsal fueron referidos al hospital. Pero ahora, la mayoría de veces, la gente se hiere porque andan descalzos entre los escombros o mientras están tratando de arreglar sus casas porque todo está resbaladizo.

¿Se advirtió a la gente del paso del ciclón?
Hubo advertencias del ciclón: el ejército, la radio y los altavoces en los pueblos informaron. Sin embargo, la alerta no llegó a todos los pueblos, sobre todo en las zonas más remotas. Se construyeron muchos refugios para protegerse del ciclón pero algunos pueblos son muy remotos y los refugios quedaban lejos. En algunos casos los refugios estaban demasiado llenos y no podían albergar a todo el mundo. En la mayoría de los sitios, la gente buscó protección en edificios gubernamentales o en los colegios.

¿Hasta donde llega la destrucción en las zonas que evaluasteis?
En ciertas áreas como Padna y Kachira, en el distrito de Barguna, y en los alrededores del distrito de Patharghata, en el pico sureste de la costa, la destrucción es visible. El agua se ha llevado las casas construidas con madera y metal y mucha gente ha desaparecido o muerto. Te das cuenta de la violencia del agua. En tres kilómetros a lo largo de la carretera, 8.000 personas están muy afectadas, pero es donde la mayoría de agencias humanitarias están trabajando ahora. En las zonas más remotas la ayuda no ha llegado a la población, y es ahí donde nos queremos enfocar. En muchos sitios la gente ha perdido su sustento: su ganado, sus tierras y sus barcos y redes de pescar.

¿Es un reto asistir a la población de estos pueblos tan remotos?
La mayoría de las veces no podemos usar las carreteras para ir a estos pueblos. A menudo están dañadas y por eso tenemos que utilizar coches y motos para llegar hasta el río y luego barcos. Usamos barcos pesqueros para transportar kits y lanchas para ir de una isla a la otra rápidamente. No podemos usar un camión para distribuir ayuda y la distribución por barco toma su tiempo. Ahora estamos haciendo actividades médicas con clínicas móviles en el área de Mathbaria y en el distrito de Pirojpur y estamos distribuyendo material de ayuda en Galachipa y Patuakhali. También llevamos a cabo evaluaciones para identificar áreas donde la gente necesita asistencia y estamos pendientes a posibles epidemias.

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