“La situación es preocupante: los heridos están a un lado de la frontera y el personal y los suministros médicos al otro”
Ivan Gayton, coordinador de emergencias de MSF en Ras Ajdir, nos cuenta la situación en la frontera tunecina, al oeste de Libia. El equipo sigue bloqueado en la frontera y hay noticias que apuntan a que tampoco se permite la salida de heridos del país. Tanto para el equipo de MSF en Ras Ajdir como para el que ya está dando apoyo y suministros médicos en la ciudad de Bengasi, en el este de Libia, la prioridad es conseguir el acceso inmediato a las zonas más afectadas por la violencia.

¿Alguna información sobre la situación humanitaria en el lado libio?
Mucha gente que ha cruzado la frontera nos ha dicho que no se permite que los heridos salgan de Libia. Nuestros contactos médicos dentro del país informan de pacientes heridos y falta de materiales y medicamentos. De lo que más hablan es de traumatismos. Nos encontramos en una situación muy preocupante, con los heridos supuestamente bloqueados a un lado de la frontera, y el personal médico y los suministros al otro.
Desde el punto de vista médico-humanitario, nuestra principal prioridad es conseguir acceder a las áreas afectadas por la violencia en Libia. Los equipos de MSF en la frontera tunecina y en el este del país siguen investigando todas las posibilidades de llegar a las personas heridas en territorio libio.
Se ha informado sobre una crisis humanitaria en la frontera libio-tunecina, ¿puedes confirmarlo?
Aunque la gente que huye de Libia pasa por una situación difícil en este momento, no podemos hablar de crisis humanitaria como tal en la frontera con Túnez. Esto es gracias a la admirable respuesta por parte de la sociedad civil y las autoridades tunecinas, que han estado trabajando duro para cubrir las necesidades.
Sin embargo, el flujo masivo de gente está poniendo a prueba la capacidad de los campos de tránsito y la situación es muy frágil. Si el número de personas que cruzan la frontera sigue aumentando, estos campos pueden llegar al punto de saturación. A día de ayer, 91.000 personas habían cruzado la frontera, la mayoría trabajadores egipcios y tunecinos, pero también de otros países africanos y asiáticos. Una gran parte eran personas sanas y los equipos médicos no han encontrado problemas graves entre esta población.
En general se han hecho grandes esfuerzos para regular el tránsito de personas repatriadas y el flujo de gente que cruza la frontera. Túnez ha respondido a estas llegadas masivas con asombrosa generosidad. Hemos visto a cientos de tunecinos haciendo donaciones personales de comida, agua, mantas, leña para hogueras y otros materiales.
¿Qué está haciendo MSF en la frontera en este momento?
Lo primero y más importante es que nuestra presencia con personal y materiales médicos significa que estamos listos para intervenir en cuanto podamos entrar en Libia. Estamos buscando un acceso inmediato para poder asistir a los heridos, que según nuestras informaciones no pueden salir, y para suministrar personal médico y materiales que siguen sin poder entrar.
En segundo lugar, estamos haciendo un estrecho seguimiento de la situación en la frontera, en caso de que sea necesaria una intervención médico-humanitaria. La experiencia de MSF nos dice que aunque la situación esté controlada ahora mismo, no significa que no debamos estar preparados para cualquier eventualidad.
Por ultimo, estamos iniciando actividades para dar apoyo a las organizaciones presentes –civiles, gubernamentales y no gubernamentales– que así nos lo van solicitando.
¿Qué actividades ha iniciado el equipo?
Nuestro equipo médico ha empezado a hacer consultas en colaboración con las estructuras de salud tunecinas y la Media Luna Roja, que están gestionando bien la situación. Hasta ahora no hemos visto patologías graves entre las personas que cruzan la frontera, la mayoría presentan resfriados, y dolores de cabeza o de estómago. Estamos siguiendo la situación, aunque por el momento está totalmente bajo control.
Después de haber hablado con migrantes en tránsito y otros actores humanitarios sobre el terreno, hemos detectado necesidades de atención de salud mental. Muchas personas que cruzan la frontera han sido testigos o han vivido en su propia piel distintos niveles y formas de violencia en Libia. En estos momentos, están esperando volver a sus países y se enfrentan a una gran incertidumbre respecto a su futuro inmediato, lo que es en sí mismo un importante factor de estrés. Por esta razón, estamos iniciando un programa de salud mental, en el que damos apoyo psicosocial a pacientes que nos son referidos por otros médicos en la zona.
Vamos a reforzar nuestro equipo en la frontera con más personal y suministros médicos, y estamos preparados para atender a todo tipo de heridos en cuanto logremos entrar en Libia.