Las licencias para medicamentos contra el sida concedidas por Johnson & Johnson/Tibotec excluyen a demasiados pacientes

Las licencias concedidas a tres fabricantes de genéricos por la compañía farmacéutica Tibotec, propiedad de Johnson & Johnson, dejarán un prometedor medicamento contra el sida fuera del alcance de muchos pacientes de países en vías de desarrollo.

MSF
01/02/2011

Médicos Sin Fronteras (MSF) lamenta que dichas licencias excluyan a muchos de estos países, donde probablemente Johnson & Johnson/Tibotec fijará precios elevados. La concesión introduce otras restricciones que deberán ser analizadas con detalle.

Tibotec ha concedido licencias de producción de su antirretroviral rilpivirina a tres fabricantes, uno surafricano y dos indios, pero les ha impuesto limitaciones geográficas, de forma que toda Latinoamérica y Asia central, así como la mayor parte de los países del Caribe y el Sureste asiático, no podrán recibir versiones genéricas del medicamento que se produzcan. Las restricciones de las licencias impiden a estos países importar versiones genéricas de India aun cuando adquieran las licencias exigidas por las patentes.

En Brasil, Tibotec cobra más de 6.000 dólares por paciente y año en el caso de otro medicamento contra el sida, darunavir. Además, la licencia que ha acordado para este medicamento en África ha fijado un precio de más de 1.000 dólares por paciente y año, casi ocho veces más que el coste de la triple combinación estándar recomendada. Lo más probable es que el precio de la rilpivirina también sea elevado en aquellos países en vías de desarrollo que no quedan cubiertos por las nuevas licencias.

“Aunque es alentador el hecho de que Tibotec haya pensado en el acceso a su medicamento de los pacientes del África subsahariana, resulta desafortunado que haya optado por una postura restrictiva y discriminatoria, concediendo unas licencias que más parecen una franquicia que una verdadera competencia de genéricos”, apunta Tido von Schoen-Angerer, director ejecutivo de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales de MSF.

MSF considera urgente la concesión de licencias de producción de versiones genéricas asequibles de los nuevos medicamentos contra el sida, ya que cada vez se conceden más patentes en los países productores de genéricos más importantes, como India, tal y como requieren las normas de comercio internacional. Teniendo en cuenta que las licencias voluntarias entre empresas, como la de Tibotec esta semana, suelen ser demasiado restrictivas, MSF ha apoyado el uso de licencias obligatorias, así como el mecanismo justo y voluntario de concesión de licencias que constituye el nuevo Fondo de Patentes de Medicamentos.

MSF ha contactado por carta con los consejeros delegados de Johnson & Johnson y otras compañías que fabrican medicamentos contra el sida para pedirles que se incorporen al nuevo Fondo de Patentes de Medicamentos. Este mecanismo permitiría a un número determinado de fabricantes de genéricos producir versiones más asequibles y combinaciones de dosis fija de dos o más medicamentos en una sola pastilla. A diferencia de la licencia tan limitada concedida por Tibotec para la rilpivirina, las relacionadas con el darunavir, que el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (National Institutes of Health) cedió al Fondo de Patentes, cubrían a todos los países en vías de desarrollo, en cumplimiento de los objetivos de este mecanismo.

“Es fácil conseguir que las licencias voluntarias funcionen desde el punto de vista comercial. Lo difícil es lograr que funcionen también desde el punto de vista de las necesidades de salud pública, de forma que podamos luchar contra la epidemia del sida”, señaló Von Schoen-Angerer. “Pedimos a Johnson & Johnson que mejore las condiciones de sus licencias y se incorpore al Fondo de Patentes”.

Los medicamentos genéricos asequibles han desempeñado un papel importantísimo en la lucha contra la pandemia, al incrementar el acceso al tratamiento para millones de personas en todo el mundo: más de cinco millones de pacientes lo reciben ya en los países en vía de desarrollo. Sin embargo, no hay que olvidar que otros diez millones de personas que lo necesitan con urgencia no tienen acceso a tratamiento. MSF, por su parte, utiliza estos medicamentos genéricos asequibles para administrar tratamiento a 160.000 personas en sus proyectos.