"Las principales necesidades siguen siendo la comida, el cobijo y la asistencia médica"

Entrevista con Bjorn Nissen, coordinador general de la intervención de emergencia en India después de las graves inundaciones que afectan al norte del país

MSF
12/09/2008

En India, los trabajos de ayuda continúan en el estado de Bihar, al norte del país. Tres semanas después de las inundaciones que devastaron las llanuras del norte, muchas personas siguen sin poder regresar a casa y han recibido poca ayuda. El acceso a una gran parte de las zonas inundadas es difícil por la gran cantidad de agua que descargó el río Kosi y la falta de carreteras transitables. MSF está proporcionando atención médica y distribuye material de primera necesidad a las víctimas en las áreas más afectadas. A continuación, Bjorn Nissen, explica los detalles de la intervención:

¿Qué actividades está llevando a cabo actualmente MSF?
Nuestras clínicas móviles están proporcionando atención médica a las víctimas de las inundaciones en las zonas más afectadas de Araria, Supaul, Saharsa, Madhepura y Purnia. También estamos llevando a cabo distribución de materiales de primera necesidad, como plásticos para hacer refugios, bidones, pastillas de cloración de agua y jabón para unas 7.500 familias, 42.000 personas.
Al mismo tiempo, seguimos evaluando la situación en los campos y asentamientos, haciendo vigilancia epidemiológica y viendo qué mecanismos existen para responder a un posible brote epidémico.

Centramos la intervención en las comunidades desplazadas más aisladas, donde el acceso es difícil, y en los grupos más abandonados, como mujeres embarazadas y lactantes y niños menores de cinco años. Según la última encuesta nacional sobre salud familiar, el 6% de los niños menores de cinco años sufre desnutrición severa o aguda en el estado de Bihar y obviamente, esta emergencia agrava la situación. La desnutrición es el principal problema médico con el que nos encontramos y es probable que la situación se deteriore más. MSF proporciona alimentos terapéuticos para aquellos que lo necesitan. También nos hemos reunido con las autoridades locales de salud y otros actores para presionar y ayudarles a cubrir las necesidades especificas de esta población.

¿Cómo es la situación en las áreas donde estamos trabajando?

Estamos atendiendo a grupos de población que han tenido poco o ningún acceso a la atención sanitaria. Muchas personas lo han perdido todo en las inundaciones. Vi a una persona que había caminado 12 kilómetros, con el agua hasta la rodilla, para llegar a los campos. Algunos llegaban al borde de la extenuación.

La gente se ha refugiado en cualquier lugar donde ha encontrado un área seca. Algunas veces, se asientan a lo largo de la carretera o en el alto de una colina y algunos se quedaron sin cobijo ni ayuda. Otros consiguieron llegar a una escuela o algún edificio reconvertido en campo y apoyado por el gobierno. Actualmente, estamos cubriendo un área llamada Chuni en Supaul, que hasta ahora había estado cortada por el agua. Las aldeas estaban situadas cerca de un dique y cuando se rompió, devastó toda el área. La población ha construido refugios con bambú y todo lo que ha podido encontrar y aparte de alguna comida que el gobierno lanzó por aire, apenas han recibido nada más. Les hemos proporcionado plástico para hacer refugios, material de primera necesidad y asistencia médica.

¿Cuáles son las necesidades más urgentes para la población?
En este momento, las principales necesidades siguen siendo la comida, el cobijo y la asistencia médica, especialmente para los niños menores de cinco años y las mujeres embarazadas y lactantes. Además de desnutrición, vemos bastante diarrea, infecciones respiratorias y problemas de piel.

¿Existe el riesgo de un brote epidémico?
Hasta ahora, el gobierno se había centrado sobre todo en la actividades de Búsqueda y Rescate. La gente estaba atrapada y necesitaba ser transportada en barco hasta tierra seca. Pero como las tareas de rescaten están acabando, esperamos que a partir de ahora centren sus esfuerzo en la asistencia médica en los campos y asentamientos para prevenir epidemias.

La magnitud de las inundaciones significa que las estructuras de salud en los campos necesitan reforzarse así como las actividades de agua y saneamiento para proporcionar letrinas y acceso a agua potable para los desplazados. Todavía no sabemos cuándo se reducirá por completo la cantidad de agua y la gente podrá regresar a sus casas. De momento, no se ha producido ningún brote epidémico pero como los campos están cada vez más abarrotados, el riesgo también está creciendo.

¿Cuál es el mayor reto de las tareas de ayuda?
El acceso a la población es difícil; en zonas semi-inundadas las carreteras no son practicables. Si hay 30 o 40 centímetros de agua, ya hay que interrumpir las distribuciones con camiones. Por ejemplo, en nuestra distribución de material de ayuda en Supaul, tuvimos que usar un tractor porque una parte de la carretera seguía estando bajo el agua. Pero como la gente se está quedando cerca de los caminos y el agua está empezando a bajar, el trabajo poco a poco será más fácil.

El segundo reto está relacionado con el hecho de que la población es bastante móvil. Hay mucho movimiento. Algunas personas han llegado a los campos y se han ido; otros se están yendo a grandes ciudades como Delhi. Vemos a gente ir y venir y es difícil estimar cuántas personas hay en los campos, dónde van a ir y dónde estarán.

¿Qué vais a hacer en los próximos días?
Queremos continuar con nuestras clínicas móviles en las áreas donde la población no tiene acceso a la atención sanitaria o ha recibido muy poca ayuda, y movernos tan pronto como sea posible más al oeste. Cuanto más cerca estemos del área cercana al río, la población estará más afectada y abandonada, porque el acceso es más difícil. Estamos planeando usar barcos tan pronto como sea posible para llegar hasta ellos.

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