Líbano, un año después: necesidades crecientes en medio de la incertidumbre

Un año después de la escalada de la guerra de Israel en Líbano, las comunidades siguen atrapadas entre destrucción e incertidumbre. Los ataques israelíes y la ocupación del sur dificultan el retorno y el acceso a la atención médica. Reforzamos nuestra respuesta para garantizar servicios vitales de salud física y mental.

MSF
22/09/2025
Un año tras la escalada de la guerra israelí en Líbano.

“Volví para reparar los daños de mi casa”, dice Abdel Karim, con sus palabras casi ahogadas por el zumbido de un dron israelí que sobrevuela. “Pero sin seguridad y sin poder costear lo básico, como los medicamentos, ¿cómo puede alguien realmente empezar de nuevo?”.

Ha pasado un año desde que Israel intensificó su guerra en Líbano, pero la crisis humanitaria está lejos de terminar. A pesar del acuerdo de alto el fuego de noviembre de 2024, los ataques israelíes siguen siendo casi una realidad diaria, lo que dificulta la capacidad de la gente para recuperarse y restringe su acceso a la atención. Las fuerzas israelíes aún ocupan varios puntos a lo largo de la frontera sur, impidiendo el retorno de la población y dejando a más de 82.000 personas desplazadas.

Levantando los escombros

Abdel Karim regresó a su pueblo, en el distrito de Bint Jbeil, en la gobernación de Nabatiyeh –una de las zonas más golpeadas–, donde ahora recibe la medicación para su enfermedad crónica en una de nuestras clínicas móviles. Miles de familias en todo Líbano luchan por acceder a la atención médica mientras intentan reconstruir sus vidas en medio o después de pesadillas de desplazamiento, pérdida e incertidumbre.

En el sur de Líbano, la guerra devastó infraestructuras, incluidas las sanitarias. En el punto álgido de la escalada, 8 hospitales, en su mayoría en el sur, fueron evacuados, mientras que 21 (alrededor del 13% del total del país) resultaron dañados, redujeron drásticamente sus servicios o se vieron obligados a cerrar. Otros 133 centros de atención primaria también cerraron sus puertas, y solo Nabatiyeh perdió el 40% de su capacidad hospitalaria. Hoy en día, muchas de las instalaciones dañadas siguen cerradas y muchas necesitan rehabilitación.

Tras la escalada, MSF pusimos en marcha nuevas actividades en las gobernaciones más afectadas—Nabatiyeh, el Sur y Baalbek Hermel—, al tiempo que mantuvo nuestra presencia y prestación de servicios en Beirut, Bekaa y el Norte. En las gobernaciones del sur, donde los servicios disponibles siguen siendo económicamente inaccesibles para muchos retornados, establecimos clínicas móviles para garantizar el acceso de las comunidades a servicios médicos y de salud mental vitales. También estamos rehabilitando y apoyando tres centros de atención primaria para restablecer la provisión de servicios en zonas de retorno.

  • Una enfermera de las clínicas móviles de MSF en Nabatieh registra el historial médico de una paciente tras la guerra en Líbano.

Una pesada carga

“Las guerras dejan un enorme peso en las comunidades directamente afectadas”, dice Tharwat Saraeb, psicólogo de nuestra clínica móvil en la gobernación de Nabatiyeh. “Aquí no pasa un día sin que la gente vuelva a experimentar la devastación. El sonido de los drones, la ocupación continua de tierras y los incesantes bombardeos aéreos profundizan aún más el sufrimiento de las personas”.

Nuestros equipos en el lugar siguen siendo testigos del coste humano de la escalada y de los efectos duraderos de una guerra que no ha cesado del todo. Muchos pacientes viven con miedo e incertidumbre, incapaces de comenzar la recuperación. Las necesidades de salud mental también son profundas, ya que tanto niños y niñas como adultos sufren estrés, ansiedad y un temor constante.

“Mi hija se desmaya al oír cualquier bombardeo aunque sea lejano”, dice Samira, otra paciente de nuestra clínica móvil. “Ella misma tiene un hijo, y todos temblamos de miedo: nos afecta a todos profundamente”.

Una lucha compartida

La guerra devastó a familias libanesas, refugiadas y migrantes por igual. Líbano acoge a más de un millón de refugiados sirios, cientos de miles de palestinos y muchos migrantes que ya vivían en condiciones precarias. Estas comunidades quedaron excluidas de gran parte de la ayuda durante la escalada, a pesar de enfrentar las mismas necesidades urgentes de alimentos, refugio y atención médica. Un año después, las necesidades de refugiados y migrantes siguen siendo desatendidas. Su acceso a la atención secundaria a través de organizaciones humanitarias está en riesgo.

A finales de 2025, la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones dejarán de cubrir la atención secundaria, mientras que la UNRWA y UNICEF se enfrentan a recortes de financiación sin precedentes. Los graves recortes mundiales en los programas humanitarios dejan enormes necesidades sin cubrir, generan nuevas vulnerabilidades y profundizan las ya existentes.

Para personas como Abdel Karim y Samira, reconstruir sus vidas sigue siendo una lucha cuesta arriba. Nuestros equipos mantienen su compromiso de prestar servicios allí donde se necesitan, garantizando que las comunidades no se queden sin acceso a atención médica vital. Sin embargo, la verdadera recuperación solo será posible cuando la gente pueda vivir libre de miedo y tenga acceso a los servicios médicos, de salud mental y esenciales que necesita con urgencia para empezar de nuevo.

  • Samira Hamze y su familia (marido y nieta) acuden con frecuencia a la clínica móvil de MSF en Nabatieh.

Nuestro trabajo en Líbano

Actualmente, trabajamos en 7 gobernaciones del Líbano. En Beirut, gestionamos dos clínicas fijas en Bourj Hammoud y Bourj El Barajneh. En Baalbek Hermel, gestionamos 2 clínicas fijas en Hermel y Arsal, y operamos 3 clínicas móviles. En el sur del Líbano, gestionamos tres clínicas móviles en Nabatiyeh y apoyamos tres centros de atención primaria en el Sur. En el Norte, apoyamos cinco centros de atención primaria en Trípoli. En Bekaa y Akkar, gestionamos una clínica móvil en cada gobernación.

Entre el 23 de septiembre de 2024 y el 1 de septiembre de 2025, MSF proporcionamos o apoyamos:

  • 175.338 consultas médicas
  • 14.179 consultas individuales de salud mental
  • 12.433 consultas grupales de salud mental