Llegada a Ezo
Sara Carazo, la autora de este blog, es médico de terreno de MSF en Sudán. Es la responsable de la implementación de las actividades médicas en el proyecto de asistencia a víctimas de la violencia del LRA. Ha estado en varios países con MSF: Guatemala, Guinea Bissau, Angola y Colombia.

Ezo, 22 de Mayo del 2009
Es viernes, llevo desde el lunes en Ezo. Esta tarde tenemos la formación sobre malnutrición con el personal del centro de salud. Llego un poco tarde, y mientras preparo todo llaman por la radio desde el campo de refugiados, es la psicóloga. Acaba de llegar una niña a la que han disparado en un ataque del LRA y la traen ahora.
La recibimos en la consulta. Tiene los ojos muy abiertos y su rostro serio muestra dolor cada vez que la movemos. Se llama Tereza y tiene 7 años. A través de unas gasas sucias el mal olor inunda la habitación. La bala entró por la parte anterior del abdomen y salió por la posterior. De ambos agujeros salen restos de heces. Sorprendentemente el abdomen no está en tensión, sino tan solo la zona alrededor de la herida. Limpiamos las heridas, cogemos una vía intravenosa para comenzar con sueros y antibióticos y queda ingresada. Hasta mañana no podremos trasladarla a Yambio, donde hay un hospital con quirófano y personal para operarla.
El padre cuenta que el ataque ocurrió el lunes, en Congo, y hasta hoy no pudieron llegar a Ezo. Dice que el día anterior empezaron a salir heces por las heridas. Le ha estado dando de comer. Parece mentira que se encuentre aún viva.
Es difícil concentrarse en la formación esa tarde.
Ezo, 23 de Mayo del 2009
Sábado, a las siete de la mañana salimos de la casa donde dormimos con los tres coches cargados. Un té rápido con pan y nos dividimos: un coche irá al campo a recoger dos pacientes cuyo traslado habíamos organizado previamente y el otro al centro de salud, donde han pasado la noche Tereza y Perzitha, una niña malnutrida severa de cinco meses, deshidratada, con neumonía y que pesa apenas 3,2 kg. El coche sirve de ambulancia improvisada para este viaje. Un montón de horas por delante y la duda de si estas dos niñas podrán sobrevivir.
Los coches avanzan despacio por este camino en la selva, apenas 18 km en la primera hora. Llegamos a los puentes y toca cortar un par de árboles para reparar el segundo (es difícil ser ecológico cuando se lucha por sobrevivir). Otras veces he disfrutado este camino que la selva intenta comerse. Hoy solo puedo pensar en llegar cuanto antes.
A las cuatro de la tarde estamos llegando a Yambio. La coordinadora allí ha contactado con el director del hospital para poder operar a Tereza esa tarde, pero cuando llegamos solo se encuentran los enfermeros. Dejamos allí los pacientes y ella espera hasta que el Dr H., director del hospital, llega y asegura que operará ahora.
Por fin un momento de descanso tras toda esta semana de trabajo, viajes, emergencias y duras historias alrededor. Espero que todo salga bien en la intervención, mañana haré una visita.
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© MSF Refugiados congoleses en Sur de Sudán