Las necesidades médicas en Gaza son abrumadoras; los niños y las niñas sufren las terribles condiciones de vida en los campamentos y, con la llegada del invierno, prevemos un aumento del número de pacientes que requieren atención especializada. Una vez que los pacientes reciben el alta, deben regresar al mismo lugar que los enfermó en primer lugar. La única forma de detener este círculo vicioso es con un alto el fuego inmediato y duradero.
Desde el comienzo de la guerra en Gaza, que ha causado al menos 43.000 muertos y 102.000 heridos (según la ONU, a 5 de noviembre), hasta 1,9 millones de personas -el 90% de la población- han tenido que desplazarse a la fuerza, y más de un millón viven en pésimas condiciones en Al Mawasi, zona designada por Israel. En estos lugares de desplazamiento superpoblados, aumenta el riesgo de que la población contraiga enfermedades.
Aquí, las personas atrapadas carecen de todo: desde los artículos más básicos como alimentos o jabón, hasta otros servicios vitales, incluida una atención médica adecuada. El 15 de octubre de 2024, un mes después de la apertura de un segundo hospital de campaña en Deir Al Balah, nuestros equipos han ampliado las actividades médicas para incluir la hospitalización pediátrica. El 4 de noviembre se instalaron 18 nuevas camas, con lo que el número total asciende a 51. Desde la apertura del hospital de campaña el 18 de septiembre, hemos realizado casi 16.740 consultas externas, el 36% por infecciones respiratorias y el 22% por infecciones cutáneas, con unos 134 ingresos hospitalarios desde el 15 de octubre.
Las necesidades médicas en Gaza son abrumadoras; los niños y las niñas sufren las terribles condiciones de vida en los campamentos y, con la llegada del invierno, prevemos un aumento del número de pacientes que requieren atención especializada. Una vez que los pacientes reciben el alta, deben regresar al mismo lugar que los enfermó en primer lugar. La única forma de detener este círculo vicioso es con un alto el fuego inmediato y duradero.
Los hospitales de campaña no son una solución a las necesidades médicas de la población de Gaza, sino un último recurso en respuesta a la destrucción del sistema sanitario por parte de Israel. Casi 100.000 personas han resultado heridas desde el comienzo de la guerra. Hoy, solo 16 de los 36 hospitales funcionan parcialmente.
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En nuestro recién creado hospital de campaña situado en Deir Al Balah, en el centro de Gaza, prestamos atención esencial a la población, que malvive en condiciones de vida terribles. © MSF
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Nour, una niña de 7 años, bautizó el recién inaugurado servicio de hospitalización de nuestro hospital en Deir Al Balah como el ‘mundo de las mariposas’. La pequeña fue la primera paciente ingresada en el servicio de pediatría, el 15 de octubre de 2024. © MSF
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Faten, una madre de 39 años, junto a su bebé, que sufre una grave infección respiratoria. Está siendo tratado en nuestro hospital de campaña en Deir Al Balah. Faten y su hijo fueron trasladados a este centro por falta de capacidad en el hospital Al Aqsa, en el centro de Gaza. Los hospitales de campaña son una respuesta de último recurso a la destrucción del sistema sanitario por las fuerzas israelíes. © MSF
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Nuestro equipo de higienistas se pone los guantes y se prepara para limpiar la tienda de aislamiento que desempeña un papel crucial en la atención a nuestros pacientes. © MSF
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Ibtissam Nasser, vigilante de MSF, supervisa la entrada del hospital de campaña. © MSF
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Este hospital de campaña en Deir Al Balah, en el centro de Gaza, es el segundo que hemos abierto entre agosto y septiembre como respuesta de último recurso a la destrucción del sistema sanitario por las fuerzas israelíes. © MSF