“Nos fuimos sin nada, regresamos sin nada” (por Néstor Rubiano, referente MSF de salud mental en Colombia)

MSF
28/09/2015

Independientemente de la edad, del género y del estado civil, la situación se repite. Todos dejaron historias, bienes materiales y seres queridos. Como la Flaca, que le tocó venirse sola a Colombia porque no dejaron pasar a sus familiares que nacieron en Venezuela. “Allá están con su papá. Mire, yo trato de estar ocupada en este albergue, de hacer algo porque si no me enloquezco de tanto pensar en mis hijos”.

La Flaca se fue de Colombia en el año 2000 huyendo de la violencia cuando un grupo armado entró el municipio de la Gabarra, en el departamento del Norte de Santander. “Usted no se imagina cómo fue de horrible ese tiempo, la primera vez que esos manes [hombres] entraron a la Gabarra, los actos que hicieron fueron horribles. De ahí con mi mamá nos vinimos para Cúcuta (ciudad fronteriza con Venezuela) y de allí fuimos volteando por todos lados hasta que decidimos irnos para Venezuela. Y mire los que nos pasa, nos toca regresar sin nada, como nos fuimos”. 

Conozco a la Flaca en una de las consultas que Médicos sin Fronteras (MSF) ha puesto en marcha en varios puntos de la ciudad de Cúcuta donde el comentario de la mayoría de las personas, incluso fuera de la consulta, se repite: “Nos fuimos sin nada y regresamos sin nada”.

Me llama la atención como algunas personas tienen la energía de pensar en un futuro, de volverse a levantar, de volver a construir, a pesar de la situación que viven y de lo que perdieron. Una paciente que conocimos en el albergue La Venezolana me comentaba: “Claro que será duro, allá teníamos nuestra vida, pero estoy segura que nos vamos a levantar. Mi marido, que es venezolano y se vino conmigo, y yo ya tenemos un plan. Queremos poner un negocio de comida. Lo primero es organizar sus documentos, que tenga una cédula colombiana porque así puede trabajar.”

 

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