Pedimos asistencia, alojamiento y educación para unos 100 menores no acompañados que viven en las calles de París
Es hora de que las autoridades francesas asuman plenamente su obligación de garantizar la protección de los niños extranjeros solicitantes de asilo en lugar de eludirla y dejarla en manos de la sociedad civil.

Unos 100 migrantes y solicitantes de asilo menores no acompañados malviven en tiendas de campañas en las calles del distrito 11 de París, en la plaza Jules Ferry (Francia). Aunque las leyes nacionales galas y los convenios internacionales exigen que Francia garantice su protección, estos jóvenes hasta ahora han dependido únicamente de asociaciones y del apoyo de la sociedad civil para su supervivencia y refugio.

Ante una situación trágica que no parece tener fin, MSF y otras organizaciones pedimos una vez más a las autoridades que pongan en marcha y garanticen atención integral y sistemática real para menores extranjeros no acompañados.
Como muchos otros en todo el país, los adolescentes en este campo han presentado una apelación ante los jueces juveniles de Île-de-France para tratar de hacer valer sus derechos y ser puestos bajo el cuidado de los Servicios de Protección Infantil.

Su primera solicitud de protección fue denegada después de las primeras entrevistas realizadas por las autoridades. Estas sirven para evaluar su minoría de edad y aislamiento, pero son a menudo superficiales, hechas sin un intérprete y sin tener en cuenta ningún documento de identidad. Por lo tanto, existe un gran margen de error. Por ejemplo, el 56% de los adolescentes que acompañamos en 2018 que impugnaron dicha evaluación inicial, finalmente fueron reconocidos como menores por un juez, después de muchos meses dejados a su suerte.
Las personas que se declaran a sí mismas como menores no acompañados deben ser consideradas niños en peligro y protegidas como tales, independientemente de su nacionalidad. Sin embargo, durante años, muchos menores extranjeros no acompañados han sido privados de protección oficial y no les queda otra alternativa que la calle. Esta negligencia flagrante ha persistido durante el invierno y a lo largo de la pandemia de COVID-19.

El Comité para la Salud de los Exiliados (Comede, por sus siglas en francés), Médicos Sin Fronteras (MSF), Midis du MIE, TIMMY - Support aux Mineurs Exiles y Utopia 56 hacemos un llamamiento a los consejos departamentales de Ile-de-France para abordar las condiciones de vida inaceptables de menores extranjeros y poner fin a un sistema que los lleva a una existencia desarraigada y precaria. Por ello, pedimos que establezcan una prestación de atención real y sistemática (incluyendo alojamiento adecuado, educación, salud y apoyo social) para todos los jóvenes que se declaran como menores no acompañados hasta que se agoten todos los recursos legales.

Es hora de que asuman plenamente su obligación de garantizar la protección de los niños extranjeros en lugar de eludirla y dejarla en manos de la sociedad civil.