RCA: La violencia en el norte fuerza a miles de personas a huir
La población se ha refugiado en el bosque a la intemperie en plena temporada de lluvias, sin comida ni agua potable y sin acceso a la salud. MSF está atendiendo a parte de esta población a la que ha podido llegar con clínicas móviles

Una nueva escalada de violencia entre el ejército y un grupo rebelde en el norte de la República Centroafricana (RCA) ha forzado, una vez más, a miles de personas a huir de sus casas. MSF estima que podrían haber unos 8.000 nuevos desplazados en la región de Kabo y Moyen Sido. Han buscado refugio en el bosque, donde viven en condiciones muy duras en plena estación de lluvias sin acceso a atención médica y fuera del alcance de la ayuda humanitaria.
“Algunos pueblos se han quemado, forzando a la población a escapar con lo puesto”, explica Gabriel Sánchez Ibarra, coordinador general de MSF en RCA. “Otros se han ido por miedo ya que esta población ha sufrido ataques y desplazamiento en el pasado por el conflicto actual. Estamos muy preocupados por la situación de la población. Nuestra prioridad es acceder a ellos y atenderlos”, añade Sánchez Ibarra. “Hasta ahora, sólo hemos tenido un acceso muy reducido a la población afectada”.
Durante las dos últimas semanas, enfrentamientos en Kabo y sus alrededores ha tenido consecuencias dramáticas para la población. MSF ha visitado varios pueblos vacíos, algunos parcialmente o casi totalmente quemados y saqueados. En Bokayanga, por ejemplo, la gente huyó al bosque debido a la inseguridad perdiendo su comida y semillas para la próxima cosecha cuando se quemaron sus casas. El centro de salud del pueblo ha sido saqueado y está cerrado. La mayoría de la población desplazada se ha ido sin comida ni refugio y tienen un acceso a agua muy limitado.
“Hemos podido visitar algunos pueblos en el último fin de semana. En Bokayanga, nos dijeron que los vecinos están demasiado asustados para salir en busca de atención médica o comida. En otro pueblo, completamente vacío, hablamos con el único niño que encontramos y nos explicó cómo la población escapó al bosque y se ha instalado refugios rudimentarios”, cuenta Sánchez Ibarra.
Descenso en las consultas
Es extremadamente preocupante el dramático descenso en consultas que el equipo ha observado en Kabo. Ha habido un claro descenso en casos pediátricos, con casi 50% de VIH y TB que han dejado sus tratamientos de vida o muerte mientras que la mitad de los pacientes con tratamiento para la desnutrición también han huido. Mucha gente simplemente no considera el hospital seguro. Tras los enfrentamientos, MSF trató a 14 heridos y no sabe si hay más escondidos en algún lugar. Por otro lado, de los pacientes que han venido a la clínica, MSF está viendo un aumento en problemas médicos como malestar general o desórdenes en salud mental ligados al estrés por la violencia, el miedo y el desplazamiento.
Ya que la población parece demasiado asustada para venir al hospital, MSF está recibiendo mayoritariamente a mujeres y niños pero a menos hombres, la organización está poniendo en marcha nuevas estrategias para llegar a todos como clínicas móviles a pie o en bicicleta en el bosque.
“Las clínicas móviles organizadas en bici nos han permitido asistir a parte de la población que ha buscado refugio en el bosque. Nos han contado cómo han pasado la noche a la intemperie, sin nada con que cubrirse o protegerse de los mosquitos y las moscas, bajo la lluvia y sin agua potable. Están usando agua estancada para beber y cocinar”, explica Ibarra Sánchez.
MSF es un organización humanitaria imparcial e independiente que proporciona atención médica gratuita a personas heridas o enfermas con imparcialidad y neutralidad sin tener en cuenta la afiliación política, religiosa o militar. MSF sigue buscando nuevas formas de dar asistencia médica vital a la gente de RCA pese a la inseguridad. Para hacerlo, es necesario que todas las partes respeten la neutralidad y la independencia de MSF.