RDC y Congo-Brazaville: 100.000 personas huyen de la violencia extrema

Cerca de 100.000 personas originarias de la región de Ecuador, en República Democrática del Congo (RDC) atravesaron recientemente la frontera para escapar de la violencia. En el vecino Congo-Brazaville, las poblaciones desplazadas no tienen el estatus de refugiado y viven en condiciones precarias. Además, para algunos el acceso a la ayuda es todavía limitado. Laurent Sury, responsable adjunto de emergencias de MSF, acaba de realizar una evaluación de la situación en el terreno.

MSF
12/01/2010

¿De qué huyen estas decenas de miles de personas que se han refugiado mayoritariamente en Congo-Brazaville y en la República Centroafricana? 
En un principio hay un conflicto comunitario, ligado a los derechos de pesca en los estanques alrededor de Dongo, en la provincia de Ecuador, en RDC. Miembros de una comunidad atacaron a los demás habitantes de Dongo a finales de octubre. Los enfrentamientos se sucedieron, el ejército de la RDC lanzó una ofensiva contra estos combatientes y decenas de miles de habitantes huyeron. Una parte de ellos fue el blanco directo de violentos ataques y la otra se marchó por precaución, para evitar quedarse en una zona donde las fuerzas armadas eran numerosas. Pedimos a Epicentre, el centro de investigación epidemiológica, que llevase a cabo una encuesta para evaluar la mortalidad entre el 28 de octubre y mediados de diciembre. 
Los resultados todavía están en vías de ser analizados pero parece ser que el número de muertos entre la población durante el ataque de Dongo, en RDC (del 28 de octubre al 1 de noviembre), es muy elevado, muy superior a las estimaciones que se habían anunciado hasta ahora, una estimaciones que hablaban de menos de doscientos muertos. Esta encuesta fue realizada en el distrito de Bétou, en Congo-Brazaville, donde había numerosos refugiados llegados a principios de noviembre. Después, hubo numerosos ahogamientos durante la travesía del río y muertos debido a enfermedades, pero no de forma masiva. Hay poca información sobre la situación actual en la región de Ecuador y sobre la violencia padecida por la población que no pudo huir fuera de la región. Hoy hay unos 60.000 desplazados en el interior de la región de Ecuador, 90.000 refugiados en Congo-Brazaville y 15.000 en la República Centroafricana. 

¿Existe el riesgo de que la violencia se contagie a los lugares donde se encuentran los refugiados en Congo-Brazaville?
Equipos de MSF trabajan en numerosos emplazamientos a orillas del río Oubangui (a lo largo de la frontera), desde Mongoumba, al sur de la República Centroafricana, hasta Impfondo, en Congo-Brazaville. No constatamos actos violentos concretos. Entre los refugiados hoy hay miembros de todas las comunidades incluyendo milicianos. Se producen algunos choques pero nada importante. De momento, según cuentan los refugiados a nuestros equipos, se sienten relativamente seguros del lado de Congo-Brazaville y no quieren regresar a Ecuador. Estiman que no se dan las condiciones de seguridad para ello. Para numerosos refugiados, no se trata sólo de un movimiento rebelde, son sus vecinos quienes les han atacado brutalmente. Todavía tienen miedo. Estos refugiados todavía no tienen el estatus que les garantice una cierta protección y siguen estando expuestos a la posibilidad de un retorno más o menos forzado. 

¿Cuáles son las condiciones de vida de los refugiados ahora? 
Las condiciones naturales son relativamente buenas, el bosque y el río aportan un mínimo de alimentos. La ayuda llegó tarde y enseguida resultó insuficiente debido a las llegadas de refugiados por oleadas de decenas de miles. Todavía hoy la mayoría de refugiados carece de acceso a agua potable, beben agua del río. Se concentran en pequeños grupos, dispersos a orillas del río que también hace de frontera y se halla a algunos kilómetros de su aldea de origen. Algunos han encontrado cobijo con los habitantes de la zona o en estructuras públicas, otros han construido refugios con lo que han podido encontrar y otros duermen al raso. 
Nuestros equipos van a distribuir lonas de plástico y mosquiteras a 3.000 familias que todavía no han recibido nada. Su situación es variable. Una parte de estos refugiados pudo preparar su huida, otra parte huyo a toda prisa sin nada. En su conjunto, las necesidades todavía no están cubiertas pero las agencias de Naciones Unidas están prestando asistencia, sobre todo en materia de alimentos. El despacho y distribución de la ayuda es algo complicado, pues requiere largos trayectos en piragua hasta llegar a grupos de un centenar de personas…Nos hemos adaptado transformando nuestras clínicas itinerantes en clínicas fijas porque la pérdida de tiempo y dinero en el transporte era muy importante.

¿Qué actividades realizan los equipos de MSF para asistir a los refugiados?
Nuestras operaciones han crecido a medida que han ido llegando refugiados y hoy tenemos un programa importante. El acceso a la ayuda era muy limitado para los refugiados por una parte porque había pocas estructuras médicas y por la otra porque hay que pagar por la asistencia dispensada. Al principio, pusimos en marcha actividades médicas de forma prioritaria en el distrito de Bétou y hoy tenemos cinco puntos de consulta además de actividades hospitalarias (urgencias, cirugía, pediatría). A finales de noviembre, después de la llegada de los nuevos refugiados, evaluamos la situación en el eje sur, hacia Dongo e Impfomdou. Abrimos entonces seis puntos de consulta y prestamos apoyo al centro de salud de Dongou y al hospital de Impfomdou. 
A mediados de diciembre, el número de refugiados en la República Centroafricana aumentó, también evaluamos la situación e iniciamos nuevas actividades. Las primeras consultas a nivel de Mongomba, al sur de la República Centroafricana, se realizaron en enero. Como media, un centenar de pacientes acuden cada día a cada uno de los puntos de consulta. Las principales enfermedades son infecciones respiratorias, diarreas y malaria. Todas las clínicas de MSF son gratuitas para los refugiados y para la población local. Además, en RDC otro equipo de MSF trabaja en las localidades de Bomboma y Bokonzi, en la provincia de Ecuador. Estimamos que puede haber unos 30.000 desplazados en al zona.