SIDA: los niños son las principales víctimas de los precios de los tratamientos
MSF advierte en la XVI Conferencia Internacional de SIDA que el acceso a los antirretrovirales depende en gran medida de que existan precios asequibles. Asimismo, se necesitan formulaciones pediátricas y métodos de diagnóstico adaptados a los países en desarrollo

Durante la XVI Conferencia Internacional de SIDA celebrada en Toronto, Canadá, MSF ha venido insistiendo en la necesidad urgente de medidas que reduzcan el precio de los medicamentos antirretrovirales para los pacientes que lo necesitan (actualmente 5 millones, de los cuales sólo 1,3 reciben tratamiento). Al mismo tiempo y con especial énfasis, MSF llama la atención sobre el caso de los niños con SIDA, la mayoría de ellos en África, a cuyas dificultades para acceder a los medicamentos se suma la de no contar con versiones pediátricas de los antirretrovirales, que ayudan a que el tratamiento sea más eficaz.
Una de las razones por las que la mitad de los niños con VIH/SIDA mueren antes de cumplir los dos años es que las compañías farmacéuticas no producen versiones de sus medicamentos para tratar el SIDA adaptadas a los niños. Los pocos medicamentos existentes, en forma de jarabe o polvos, destinados a los niños son de un uso muy poco práctico: el niño debe tomar cantidades distintas de tres jarabes diferentes que además suelen tener muy mal sabor. Algunos medicamentos requieren refrigeración y otros agua limpia, dos elementos que a menudo no se encuentran en contextos pobres.
“Sabemos que tratar a los niños es posible, pero con mejores herramientas podríamos estar tratando a muchos más”, afirma el Dr. Moses Masaquoi, de MSF en Malaui. “Y vemos que el número de niños nacidos con el VIH no deja de aumentar en África porque las mujeres embarazadas no tienen acceso a controles prenatales y, por tanto, perdemos la pista de la mayoría de niños que nacen de madres seropositivas”. Esto explica en parte el preocupante hecho de que los niños menores de un año representen sólo el 2% de los niños sometidos a terapia antirretroviral (TAR) en los proyectos de MSF. Sin tratamiento, la mitad de los niños que contraen el VIH a través de sus madres mueren antes de cumplir los dos años.
Basándose en resultados prometedores del tratamiento en adultos seropositivos desde 2001, MSF está firmemente comprometida a proporcionar tratamientos vitales, incluyendo a los más pequeños, en los países en desarrollo. Por ejemplo, aunque el 75% de los 1.300 niños que actualmente reciben antirretrovirales en Kenia lo hacen a través de los programas de MSF, se estima que 17.000 niños más en el país necesitan tratamiento urgentemente. MSF ha demostrado en la Conferencia Internacional de SIDA que el tratamiento pediátrico funciona con éxito, como han podido comprobar nuestros equipos en todos los proyectos, donde proporcionan la TAR a más de 4.000 niños.
Los métodos de diagnóstico para detectar el virus en los niños son otro gran problema, especialmente en África subsahariana. Las pruebas existentes para detectar el virus en los más pequeños están fuera del alcance de la población en contextos con recursos limitados o no están adaptadas al uso en estos entornos.
En los países occidentales, apenas nacen niños con el VIH. En la mayoría de los casos, la transmisión de madres a hijos puede evitarse, los bebés pueden someterse antes a los análisis y, por tanto, recibir tratamiento a tiempo. Por el contrario, este hecho está muy lejos de la realidad de los países en desarrollo, en los que hay una gran carencia de controles prenatales apropiados.
Las barreras de acceso impuestas por los precios del tratamiento son cada vez mayores, sobre todo en el caso de los medicamentos de segunda línea que comercializan unas cuantas compañías farmacéuticas. Pero los niños tienen la doble barrera de la falta de acceso a métodos de diagnóstico adaptados y a versiones pediátricas asequibles del tratamiento que podría alargarles la vida más allá de los dos años.
MSF ha apelado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Toronto para que no eluda su responsabilidad ante esta problemática y que ejerza mayor presión sobre los gobiernos y la industria farmacéutica, a fin que los pacientes de SIDA de las poblaciones olvidadas empiecen a notar sus efectos inmediatamente después de que acabe esta XVI Conferencia Internacional.