Siria: la no renovación de la resolución transfronteriza por la ONU es un fracaso inexcusable con el pueblo sirio
Alertamos de las consecuencias para cuatro millones de personas un mes después de expirar el mecanismo que permitía a agencias de las Naciones Unidas y organizaciones introducir ayuda.

La no renovación por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de la resolución transfronteriza (RCSNU 2672) que salvaguarda el acceso a la ayuda humanitaria vital para el noroeste de Siria es inexcusable. La población que vive en esta zona ha perdido una vía vital para recibir ayuda de manera imparcial y eficaz.
"La resolución expiró hace un mes y actualmente no hay ninguna solución a la vista. Esto es simplemente deplorable. La ayuda humanitaria se ha utilizado como herramienta en una disputa política y las personas que luchan por sobrevivir en el noroeste de Siria pagarán el precio de este fracaso", alerta Sebastien Gay, nuestro coordinador general para Siria.
"Estas personas llevan 12 años sufriendo y viven en condiciones a las que ningún ser humano debería estar sometido. El fin del último mecanismo transfronterizo imparcial que quedaba significa que las cosas empeorarán aún más".
La resolución transfronteriza permitió durante años a las agencias de la ONU y a sus socios internacionales y nacionales proporcionar ayuda humanitaria al noroeste de Siria a través del paso fronterizo de Bab al Hawa de forma imparcial, eximiéndoles de las negociaciones con las autoridades fronterizas sirias y turcas.
Más de cuatro millones de personas viven en esta parte de Siria y han soportado años de sufrimiento como consecuencia de un largo y violento conflicto. 2,9 millones son desplazados internos que se afanan por encontrar un refugio y tener acceso a agua potable, alimentos y atención sanitaria.
El devastador terremoto que sacudió el noroeste de Siria el pasado 6 de febrero ha dejado al descubierto la ya de por sí grave situación humanitaria y ha agravado las necesidades médicas y humanitarias. Seis meses después de los devastadores seísmos en Siria, muchos siguen viviendo con las consecuencias de los terremotos, ya que un elevado número de personas están desplazadas y padecen las consecuencias de un alojamiento inadecuado y un acceso insuficiente a los recursos esenciales.
La no renovación impide la continuidad de la ayuda y contribuye inevitablemente, al añadir más limitaciones, a reforzar el aislamiento del noroeste de Siria en un contexto de aumento de las necesidades humanitarias y médicas. Tememos que las agencias y organizaciones que tratan de apoyar a estas comunidades vulnerables se enfrenten a retos adicionales a la hora de proporcionar ayuda y acceder a las comunidades del noroeste de Siria en un entorno aislado.
Además, la no renovación del mecanismo transfronterizo obstaculiza la preparación para emergencias de organizaciones y grupos internacionales y nacionales e impide la ejecución de actividades humanitarias y proyectos sostenibles y a más largo plazo, ya que la financiación está vinculada a este mecanismo.
"MSF tenemos una presencia establecida en el noroeste de Siria y encontraremos maneras de mantener nuestras actividades y el nivel de nuestro apoyo, pero estamos extremadamente preocupados por las consecuencias de esta situación para el acceso a la ayuda vital para la población en general, ya que muchas otras agencias y organizaciones pueden no tener la misma capacidad y verse más afectadas por el fin de la resolución transfronteriza", explica Sebastien Gay. "La conclusión es que se han pasado por alto las necesidades de más de cuatro millones de personas y se priorizaron las negociaciones políticas".
El acceso humanitario a Siria debe ser eficiente, seguro, constante y protegido de la politización, y el mecanismo transfronterizo es un componente esencial del mismo.
Instamos a los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU a encontrar con la máxima urgencia una solución que garantice un acceso humanitario imparcial, no politizado y mantenido en el tiempo.
Abandonar el noroeste de Siria a su suerte sería inconcebible.
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© Chris Huby