Siria: las heridas de guerra que no se ven

Nuestro equipo en Siria cuenta la historia de un niño de 6 años que estuvo ingresado en uno de los hospitales de campaña que tiene Médicos Sin Fronteras(MSF) en el norte del país. Mohamed se rompió la pierna y sufrió heridas en la cabeza en circunstancias especiales. La casa donde vive su familia fue bombardeada y se abrió un enorme agujero en la segunda planta que no fue tapiado. Aquel día no había nadie en el edificio. Cinco meses después, los aviones surcaban el cielo y los niños de la familia temieron otro ataque aéreo. No pasó. Pero Mohamed, asustado, corrió escaleras abajo, cayó por el agujero y se lastimó.
La historia de Mohamed habla sobre el miedo constante que tiene la población. Los civiles están atrapados en el conflicto entre el Gobierno sirio y la oposición armada. Según Naciones Unidas, más de 445.000 refugiados han llegado a los países vecinos; dentro de Siria, 1,2 millones de personas más se han visto obligadas a abandonar su hogar. Intentamos ayudarles pero las restricciones y la falta de seguridad hacen difícil la asistencia humanitaria. Y esta es insuficiente.
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