Somalia: los desplazados que huyen de Mogadiscio viven una situación dramática

En la carretera a Afgooye, unas 200.000 personas desplazadas que huyen de la violencia en la capital somalí viven en condiciones sanitarias extremadamente difíciles. La mortalidad y los indicadores de salud están muy por encima de los niveles de emergencia

MSF
11/12/2007

El incremento de los enfrentamientos en la capital de Somalia, Mogadiscio, ha causado un éxodo de la población, que se suma a los cientos de miles de personas desplazadas que ya han huido de la zona del conflicto desde enero 2007. En el oeste de Mogadiscio, en la carretera a Afgooye, donde Médicos Sin Fronteras (MSF) ha proporcionado cuidados médicos y nutricionales de emergencia desde abril 2007, el número de desplazados casi se ha doblado en pocas semanas, llegando a unas 200.000 personas. Muchos viven a los lados de la carretera, bajo improvisados refugios y son totalmente dependientes de la ayuda externa.

La población se enfrenta a condiciones sanitarias inaceptables y su vulnerabilidad se ha incrementado tras varios meses de escasez de comida. En Afgooye y Hawa Abdi, una gran mayoría de las 1.700 consultas médicas semanales que hacen los equipos de MSF están ligadas a las precarias condiciones de vida: desnutrición severa, diarrea y infecciones severas del tracto respiratorio. Los niños que llegan de Mogadiscio, especialmente los menores de 5 años, están extremadamente débiles. En las últimas dos semanas, se han ingresado en los centros de nutrición de MSF más de 250 niños con desnutrición severa, incluyendo 80 que tuvieron que ser hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos. Ante esta situación, los equipos de MSF han doblado su capacidad de 20 a 40 camas en Afgooye y están montando hasta 50 camas en la unidad pediátrica en Hawa Abdi. El centro de cuidados intensivos nutricionales en Hawa Abdi ha incrementado su capacidad de 20 camas en septiembre a 80 hoy en día, y las necesidades están aumentado cada día.

Los índices de mortalidad son extremadamente preocupantes. En Hawa Abdi, un campo con 32.000 desplazados donde hay asistencia humanitaria, el índice de mortalidad de niños menores de 5 años es más del doble del umbral de emergencia con 4,2 muertes por cada 10.000 personas al día y el índice de mortalidad global es de 2,3 muertes por cada 10.000 personas al día. La diarrea es la principal causa de muerte en el campo (más del 50%) debido a las desastrosas condiciones sanitarias.

Las necesidades de agua, comida, refugio y de cuidados médicos está incrementando muy rápidamente. Sin embargo, aumentar la asistencia humanitaria es extremadamente difícil en este conflicto. Pese a la movilización de ayuda internacional en las últimas semanas, ésta sigue siendo inadecuada. Las condiciones de vida de los 100 campos improvisados que se estima que hay en el eje de Mogadiscio a Afgooye están muy por debajo de los mínimos estándares aceptables para la asistencia humanitaria de emergencia, y el riesgo de epidemia es elevado.

El número de desplazados aumenta cada día. Sin un significativo incremento de la asistencia independiente y neutral, esta situación de emergencia podría deteriorar aún más.

MSF ha trabajado ininterrumpidamente en el sur y el centro de Somalia durante más de 16 años y actualmente proporciona asistencia médica en nueve regiones: Bakool, Bay, Galgadud, Hiraan, Lower Juba, Middle Juba, Mudug, Middle Shabelle y Lower Shabelle. Hoy, tenemos unos 60 trabajadores internacionales y más de 800 nacionales trabajando en el país.

En Afgooye, un equipo de MSF compuesto por 80 somalíes y cinco trabajadores internacionales han puesto en marcha varios centros nutricionales en el hospital y realizan más de 1.700 consultas por semana. Entre mediados de agosto y finales de noviembre de este año, 614 niños con desnutrición severa menores de 5 años han sido hospitalizados a los centros nutricionales de MSF, de entre los cuales 222 fueron ingresados en la unidad de cuidados intensivos de MSF. Desde abril de 2007, los equipos de MSF han distribuido también artículos básicos de ayuda (plástico para refugio, garrafas, jabones, mantas, mosquiteras) a más de 17.000 familias que se han desplazado. La última distribución, que se hizo en noviembre, llegó a más de 3.000 familias. Cada día, nuestros equipos distribuyen 9.000 litros de agua potable a los desplazados.