Somalia tiene algunos de los peores indicadores de salud del mundo y la tuberculosis no es la excepción
Entrevista con Luis Neira, coordinador médico de MSF para Somalia, sobre los nuevos servicios de tuberculosis (TB) que la organización ha puesto en marcha en dos zonas rurales de la región de Middle Shabelle.

Luis forma parte del grupo de trabajadores de MSF que apoyan desde Nairobi las operaciones que la organización lleva a cabo en Somalia, donde más de 1.300 somalíes trabajan en ocho regiones del país. En su caso, Luis es el referente médico para los proyectos en el Middle Shabelle y también en Mogadiscio, la capital del país.
En la región del Middle Shabelle, MSF proporciona atención básica de salud mediante una red de cuatro centros de salud en las zonas urbanas y rurales en varios distritos de la región y una maternidad en la ciudad de Jowhar. A todos los servicios que proporciona MSF, se ha sumado desde el pasado 5 de junio, el diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis en las zonas rurales de Mahaday y Gololey.
¿Cuál es la situación en esta zona respecto a la tuberculosis? ¿Se dan muchos casos? ¿Ya tenéis casos sospechosos?
La situación de tuberculosis en el Middle Shabelle no es diferente a la del resto del país. Desde hace muchos años se sabe que Somalia tiene algunos de los peores indicadores de salud del mundo y la tuberculosis no es la excepción. Basados en estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin actualizar desde 2007, esta enfermedad se cobra la vida de más de 5.500 personas al año. A través de nuestros centros de salud hemos podido identificar numerosos casos sospechosos de TB cuyo diagnóstico definitivo y tratamiento ha sido muy difícil debido a la escasez de programas en la zona. La situación es más apremiante en las áreas rurales de Mahaday y Gololey, dada la distancia del programa más cercano que está en Jowhar, es muy difícil, si no imposible, que las poblaciones rurales y nómadas de estas áreas tengan acceso al tratamiento. Esta situación es la que nos ha impulsado a abrir un programa de tuberculosis que permita asistir a los enfermos que previamente no tenían acceso a este tipo de atención.
¿En que consisten los nuevos servicios que ofrece MSF?
En las consultas médicas que hacemos en nuestros centros de atención primaria de Mahaday y Gololey es donde se identifican casos sospechosos. A partir de ahí, se analizan las muestras de los pacientes en un laboratorio clínico equipado especialmente para el programa, y se diagnostica y trata la enfermedad. Adicionalmente, se le proporciona al paciente seguimiento clínico, asesoramiento, se hace un chequeo médico a contactos cercanos por si también tienen TB, particularmente a los menores de 5 años y se da apoyo soporte nutricional a los pacientes desnutridos a causa de la enfermedad.
Para tratar la tuberculosis, la OMS recomienda la estrategia DOTS (Directly Observed Treatment Short-course o tratamiento de observación directa a corto plazo), que implica que los pacientes se tomen la medicación bajo la supervisión del personal sanitario y así evitar que se generen resistencias a los antibióticos. ¿Cómo se puede implementar esta estrategia en un país tan inestable como Somalia?
Con los pacientes que pueden asistir diariamente al centro de salud usaremos la misma estrategia DOTS de la OMS. Para aquellos pacientes a quienes se les dificulta asistir diariamente, debido a la distancia de su residencia o por otros motivos, se ha implementado una estrategia DOTS modificada que le permite al paciente recibir su primera dosis bajo la supervisión del personal sanitario y continuar el tratamiento en casa, hasta su siguiente visita al centro de salud. Hemos introducido la figura del “asistente de tratamiento” que puede ser un familiar o amigo y que se asegurará que el paciente tome los medicamentos tal como han sido prescritos. Esta persona se encarga también de informar al personal de salud si el paciente está siguiendo el tratamiento o si presenta efectos secundarios de los medicamentos. De esta forma se quita parte de la responsabilidad al paciente, se facilita su adherencia al programa ya que no tiene que asistir diariamente al centro de salud, algo muy difícil para poblaciones rurales, y cuenta con alguien que lo anime a tomar sus medicamentos diariamente.
La tuberculosis en el sur y oeste de África está en los últimos años muy asociada al VIH/sida y también se han registrado brotes de cepas resistentes a los antibióticos más habituales. ¿En Somalia se dan estas problemáticas?
Los datos en este aspecto son muy limitados ya que se ha trabajado muy poco en VIH/sida y en tuberculosis resistente en Somalia. Sin embargo, presumimos que la resistencia puede ser un problema de gran escala en Somalia debido al mal manejo de esta enfermedad en el país con pocos programas serios disponibles e inadecuados manejos con libre venta de drogas antituberculosas en farmacias privadas que representan tratamientos incompletos, de menor duración y con drogas de dudosa calidad. Otra razón para insistir en nuestro programa.
Desde hace unos años y debido a la inseguridad, MSF trabaja sólo con personal nacional en Somalia. ¿Cómo habéis formado al equipo en el diagnóstico y tratamiento de la TB?
Para conformar nuestro equipo de tuberculosis hemos seleccionado a personal sanitario que ya trabajaba en nuestro proyecto de Jowhar, personas con experiencia y habilidades médicas a quienes se les ha unido un nuevo técnico de laboratorio, con amplia experiencia en programas de TB con MSF. Adicionalmente, hemos contratado a una técnica médica con especialización en enfermedades respiratorias y experiencia en programas de TB en Kenia que apoyará al equipo desde la base de la misión en Nairobi y quien tiene la ventaja de poder visitar el terreno gracias a su origen keniata-somalí. Este equipo ha sido formado y entrenado, a lo largo de cuatro meses, tanto en el manejo médico de la tuberculosis, como del programa en general. La formación ha tenido un componente teórico y un componente práctico en programas de TB que MSF lleva a cabo en Kenia y otras regiones de Somalia.
MSF trabaja de forma interrumpida en Somalia desde 1991. En la actualidad, está presente en ocho regiones: Banadir, Bay, Hiraan, Galgaduud, Middle Juba, Middle Shabelle, Lower Shabelle and Mudug.
MSF no acepta financiación institucional para sus proyectos en Somalia. La totalidad de su financiación proviene de donantes privados.
TB: diagnóstico y tratamiento
La tuberculosis es una enfermedad contagiosa trasmitida por el aire. En su forma pulmonar, se caracteriza por tos persistente, falta de aliento y dolores pectorales. Además de los pulmones, la infección también puede afectar a casi cualquier parte del cuerpo, como los nódulos linfáticos, la espina dorsal o los huesos. Un tercio de la población mundial está infectada con el bacilo de la TB. Cada año, nueve millones de personas desarrollan la forma activa y 1,7 millones mueren víctimas de la enfermedad.
La técnica más utilizada en países en desarrollo para diagnosticar la TB consiste en examinar muestras de esputo de pacientes al microscopio, un método desarrollado hace más de un siglo y que detecta menos de la mitad de casos de TB. La mejor alternativa que existe ahora mismo es el cultivo, que consiste en incubar muestras de esputo para ver si contienen micobacterias vivas de la TB. Esta técnica es más precisa, pero debe realizarse en un laboratorio con personal formado y los resultados pueden tardar hasta ocho semanas.
Los medicamentos para la TB datan de los años cuarenta y el tratamiento de la forma no complicada dura seis meses. La mala gestión y una mala adherencia al tratamiento han provocado la aparición de nuevas cepas resistentes a uno o más de los medicamentos habituales. La TB multirresistente a los medicamentos (MDR-TB) es una forma más grave que presenta al menos resistencias a los dos antibióticos de primera línea más potentes. No es imposible de curar, pero el tratamiento tiene muchos efectos secundarios y dura como mínimo dos años. Una cepa más nueva, la tuberculosis extremadamente resistente (XDR-TB), se da cuando la MDR-TB presenta resistencias a los medicamentos de segunda línea. Hoy día es virtualmente imposible de tratar.