Sudán del Sur recibe miles de desplazados y heridos que huyen de la intensificación de la guerra en Sudán
Más de 5.000 personas han cruzado a Sudán del Sur cada día desde principios de diciembre, a medida que se intensifican los combates cerca de la frontera con la vecina Sudán. La afluencia de personas a la ciudad de Renk y sus alrededores ha desbordado los ya escasos recursos, dejando a los desplazados en situación de crisis.

Mientras Sudán del Sur recibe una afluencia masiva de decenas de miles de personas que huyen de la intensificación de la guerra en Sudán, estamos ampliando nuestra respuesta a la crisis humanitaria en Renk y los asentamientos informales circundantes a lo largo de la frontera. En las últimas semanas, el número de desplazados ha superado los 80.000, entre ellos cientos de heridos de guerra. MSF pedimos ayuda médico-humanitaria inmediata y coordinada para las personas desplazadas con el fin de abordar las carencias críticas y evitar más sufrimiento.
Más de 5.000 personas han cruzado a Sudán del Sur cada día desde principios de diciembre, a medida que se intensifican los combates cerca de la frontera en los estados sudaneses de Nilo Blanco, Nilo Azul y Sennar. La afluencia de personas a la ciudad de Renk y sus alrededores ha desbordado los ya escasos recursos, dejando a los desplazados en situación de crisis.
“Hemos añadido 14 tiendas alrededor del hospital para hacer sitio a los pacientes heridos de guerra que están llegando al hospital del condado de Renk”, explica Emanuele Montobbio, nuestro coordinador de emergencias en Renk. “No hay sitio para otras tiendas en los alrededores, mientras los pacientes y sus familias siguen llegando al hospital. Estamos trabajando junto al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para tratar a los heridos de guerra y gestionar la creciente afluencia de casos críticos y la respuesta a las víctimas masivas en las salas de cuidados pre y postoperatorios, pero la situación es completamente desbordante e insuficiente. Apenas unas docenas de personas han sido tratadas con intervenciones quirúrgicas y vacunas antitetánicas en las últimas semanas, mientras que más de 100 pacientes heridos, muchos de ellos con heridas graves, siguen a la espera de ser operados”, añade.
Fuera de los centros de tránsito de Renk y en asentamientos informales, miles de personas se ven obligadas a vivir bajo los árboles o en refugios improvisados, con acceso limitado a alimentos, agua potable, asistencia sanitaria o cualquier otro servicio básico. Las deficientes condiciones de agua y saneamiento aumentan el riesgo de brotes de enfermedades en un momento en que Renk ya sufre un brote de cólera.
“Hay que actuar de inmediato", afirma Roselyn Morales, nuestra coordinadora médica adjunta en Sudán del Sur, tras la evaluación del equipo en el lugar. “Miles de personas viven en condiciones terribles a cielo abierto en asentamientos informales, enfrentándose a una escasez crítica de alimentos, agua potable, refugio y atención sanitaria. Hacemos un llamamiento urgente tanto a las autoridades sursudanesas como a las organizaciones internacionales para que amplíen rápidamente su respuesta en Renk y más allá, garantizando que se atienden sin demora las necesidades esenciales y vitales de la población afectada”.
Los dos centros de tránsito de Renk, diseñados para acoger a un máximo de 8.000 personas, albergan ahora a más de 17.000. Aunque la mayoría de las personas retornadas y refugiadas entraron inicialmente en Sudán del Sur por el paso fronterizo oficial de Joda, un número cada vez mayor lo hace ahora por rutas informales al este de Renk. Se han registrado más de 82.000 nuevas llegadas a zonas como Joda, Duku Duku, Jerbana, Shemmedi, Gosfami y Atam.
“Nuestro pueblo estaba en llamas”, dice Alhida Hammed, mujer desplazada del estado sudanés de Nilo Azul, que actualmente recibe tratamiento por una herida de bala en el hospital del condado de Renk. “Las casas ardían y todo el mundo corría en distintas direcciones. Nos han desplazado y ahora vivimos bajo un árbol. No tengo ningún deseo de volver a casa. El hogar ya no es un hogar: está lleno de malos recuerdos”.
“Antes solo oía hablar de los ataques aéreos, pero hace poco se han hecho realidad”, dice Bashir Ismail, oriundo de Mosmon, en el estado del Nilo Azul. “Estaba en el mercado comprando algunos artículos cuando empezaron los bombardeos. Algo me golpeó en el pecho: fue la experiencia más dolorosa de mi vida. Estaba tan desorientado que parecía que había perdido la memoria. Lo siguiente que supe es que estaba en el hospital del condado de Renk”.
MSF estamos desplegando clínicas móviles para prestar atención primaria en los asentamientos informales de Gosfami, Atam, Jerbana y Joda, donde se concentran los desplazados. Solo el 17 de diciembre, nuestros equipos realizaron más de 250 consultas médicas en Gosfami y derivaron a enfermos graves al hospital del condado de Renk. También estamos lanzando actividades en respuesta a la necesidad urgente de agua y saneamiento en Atam y Jerbana. Además, se han entregado artículos de socorro en estas zonas para su distribución a 2.500 familias desplazadas. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la respuesta sigue siendo insuficiente debido a la ausencia de otras organizaciones humanitarias en estos asentamientos informales, lo que ha dejado un vacío importante en el apoyo a la población desplazada.