Sur de Sudán: pacientes y sus familiares, asesinados en el centro de MSF en Bor

Esta mañana, cuatro personas fueron asesinadas y otra herida cuando iban en un coche de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras en la ciudad de Bor, en el sur de Sudán. Enfrentamientos tribales habían estallado poco antes en el recinto del hospital, por lo que se habían evacuado a ocho pacientes y a sus familiares, incluido un bebé. Estas personas se encontraban en el vehículo de MSF, en el recinto de la organización del otro lado de la calle, cuando fueron atacados por personas que les perseguían. Dos adultos y el bebé consiguieron salir ilesos al esconderse debajo del coche.

“Este es un acto escandaloso y una violación grave de la protección que debe proporcionar un hospital”, dice Meinie Nicolai, la directora de operaciones de MSF en Bruselas. “Cuatro personas han muerto, una está herida y tres se han salvado de milagro. Este ataque afecta a nuestra actividad médica en el hospital de Bor, un establecimiento que sirve de centro de referencia regional para todo el Estado de Jonglei”. MSF trabaja en Bor desde marzo del 2006, asegurando la atención de salud en el hospital. El equipo realiza una media de 250 consultas médicas y tres intervenciones quirúrgicas al día.

El equipo de MSF, compuesto de 17 personas, está muy afectado por el incidente y la mayoría han sido evacuados para recibir apoyo psicológico. MSF espera poder mantener un pequeño equipo en Bor para limitar los efectos de la interrupción de los servicios de urgencia del hospital.

En el momento del incidente, MSF estaba tratando a 23 personas con heridas, que habían llegado al hospital la noche anterior tras une serie de enfrentamientos étnicos en la zona.

“En nuestro recinto y en el hospital tratamos a todas las personas que necesitan atención médica; muchas veces pacientes de distintas tribus quedan el uno al lado del otro en las unidades“, añade Nicolai. “La falta de respeto que han demostrado las personas que han llevado sus enfrentamientos al hospital y a nuestro recinto es absolutamente intolerable. Pedimos a todas las autoridades locales y regionales que hagan todo lo posible para impedir cualquier otro tipo de violación de la integridad de las estructuras de salud y de la seguridad de los pacientes y el personal sanitario”.