Para terminar, Senga y Espoir (por Amos Hercz)

MSF
19/05/2011

Mi misión en Congo ha llegado a su fin. Ahora recuerdo algunos casos concretos. A veces recibíamos llamadas del personal de enfermería para avisarnos de la llegada al punto de vacunación de algún niño especialmente enfermo. Una de ellas, llamémosla Senga, era pequeña, estaba por debajo de su peso normal, y padecía la fiebre y la respiración acelerada típicas de la neumonía severa. Para cuando llegué desde la base, había llegado otro pequeño en las mismas condiciones, y pronto nos llegó un tercero.

Sigue leyendo en la web de 20 minutos.