Tres meses de esfuerzo y dedicación frente a la COVID-19 en México: sí han merecido la pena
Concluimos nuestras actividades en los centros COVID-19 de Reynosa y Matamoros, tras atender a 194 pacientes y emplear a casi 300 profesionales: el resultado es muy positivo. Ambas ciudades cuentan ya con cada vez menos casos.

Después de tres meses y medio de trabajo, concluimos nuestras actividades en los centros que establecimos en los gimnasios de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, con el fin de apoyar a pacientes afectados por COVID-19 en Reynosa y Matamoros debido a la disminución de casos en ambas ciudades que se han registrado desde hace varias semanas.
“Los equipos mostraron un gran esfuerzo y dedicación, brindando atención integral a los pacientes de los centros COVID-19, en especial cuando la capacidad hospitalaria en ambas ciudades se veía desbordada”, comenta el doctor Marcelo Fernández, nuestro coordinador general en México, Honduras y Guatemala.
El objetivo de ambos centros fue apoyar a las instituciones de salud, brindando atención a pacientes con necesidad de oxígeno y aislamiento, en caso de necesitarlo, así como evitar el colapso del sistema de hospitalario. Para cumplir con este objetivo, empleamos a 291 personas, entre personal médico, higienista, logístico y administrativo.
Después de acondicionar los centros de atención a pacientes severos con necesidad de oxígeno y aislamiento, el 27 de mayo abrió sus puertas el primero de los centros COVID-19 en Reynosa. Desde entonces, hemos asistió a un total de 194 pacientes, quienes además de recibir atención médica, recibieron, al igual que sus familiares, atención en salud mental, trabajo social y promoción de la salud.
“Nuestra intervención se sustentó en la amplia experiencia de nuestra organización en la gestión de emergencias. En este caso, el valor agregado otorgado a nuestros pacientes fue el brindarles una atención médica integral, que incluía el apoyo psico-emocional y conexión con sus seres queridos. Es decir, que durante los meses de hospitalización, los pacientes recibieron visitas, para no perder el contacto con sus familiares. Esta actividad fue crucial en su recuperación y la de sus familiares”, agregó Fernández.
Tras una reducción del número de casos a nivel estatal y local, así como un análisis positivo de la capacidad hospitalaria para la atención a pacientes con COVID-19, hemos tomado la decisión de concluir las actividades en los dos centros. Sin embargo, seguiremos con nuestras actividades regulares, las cuales integran a la fecha un importante componente de promoción de la salud referente a la enfermedad y mantienen una estrecha comunicación con las autoridades de salud respectivas.
Trabajamos en Reynosa desde el 2017 ofreciendo atención médica integral (médica, psicológica y de trabajo social) a sobrevivientes de violencia, violencia sexual y población migrante, y en Matamoros desde el 2018 prestando servicios de salud integral a solicitantes de asilo y deportados. En 2019, sumamos 7.987 consultas médicas, psicológicas y de trabajo social en ambas ciudades.