Yin A Mat Po? (por Verónica Ades, ginecóloga de Médicos Sin Fronteras en Sudán del Sur)

MSF
03/09/2012

Cuando la mujer acudió a nosotros, no tenía ningún hijo vivo. Había estado embarazada dos veces, pero en ambos embarazos los bebés nacieron muertos. En su primer embarazo había estado de parto varios días, durante los cuales el bebé murió, aunque lo había expulsado vaginalmente. En el segundo, empujó y empujó, pero no logró dar a luz de forma natural. Se le realizó una cesárea, pero aún así el bebé falleció.


No puedo ni imaginarme lo que se siente. En Estados Unidos, de donde yo soy, dar a luz un bebé muerto en un embarazo a término es un hecho excepcional. En Sudán del Sur, por el contrario, es inusual que una mujer no haya perdido al menos un hijo en el parto o durante su infancia, por desnutrición, malaria, infecciones, por enfermedades no identificadas… He conocido mujeres que han dado a luz a siete hijos y han visto morir a tres, o que han dado a luz a cuatro, de los que solo sobrevive uno. De hecho, cuando nos llega una mujer, lo primero que le preguntamos es cuántos hijos ha tenido. La segunda pregunta es cuántos viven.

 

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