En 2021, Médicos Sin Fronteras empezó a trabajar en un proyecto destinado a abordar los altos niveles de enfermedad renal crónica en Guatemala. También comenzamos a brindar asistencia a personas en movimiento, fueran migrantes, desplazadas o retornadas.

Mapa de proyectos de MSF en Guatemala en 2021

Tras demorarse a causa de la COVID-19 el inicio de nuestro proyecto sobre la nefropatía mesoamericana, finalmente conseguimos iniciar las actividades en 2021. Nuestro equipo trabaja en tres municipios del departamento de Escuintla (La Democracia, La Gomera y Sipacate), una zona casi totalmente dedicada a la agricultura extensiva. Las actividades principales del proyecto son la detección temprana, la atención médica y la promoción de la salud; todo ello se completa con una estrategia de incidencia política destinada a lograr mejoras en el diagnóstico y la atención a medida que acumulamos datos y experiencia.

En agosto, comenzamos con la detección comunitaria y la promoción de la salud; para finales de año, habíamos examinado a casi 600 personas. Un componente fundamental del proyecto es trabajar con la comunidad, ya que la región cuenta con estructuras y líderes comunitarios bien establecidos que ejercen una influencia considerable. Nuestro equipo también está considerando distintos temas de investigación operacional, que pueden respaldar el trabajo de incidencia política de cara a mejorar la detección y el tratamiento de los problemas renales crónicos en Guatemala.

En octubre, en Quetzaltenango (la segunda ciudad más grande del país), iniciamos otro proyecto nuevo, centrado en la asistencia a población en movimiento, sea migrante, desplazadas o retornada. Asignamos dos equipos itinerantes –conformados por médico, psicólogo, trabajador social, promotor de salud, coordinador y conductor– a distintos lugares en los departamentos de San Marcos y Huehuetenango, para ofrecer diversos servicios que cubran las necesidades de estas personas, ya sea las que viajan rumbo norte, hacia México y Estados Unidos, o las que regresan a casa, como es el caso de los muchos guatemaltecos que han sido devueltos al país.

Además, damos apoyo a los centros de salud locales que atienden a quienes viven en esta zona fronteriza. Al igual que todas las actividades de MSF en Centroamérica, el proyecto tiene un fuerte componente de incidencia política, que apunta principalmente a las represivas políticas de migración estadounidenses y reclama mayor acceso a la atención (en particular a los servicios de salud mental) y más protección contra la violencia para este colectivo.

 

Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2021; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2021, contábamos con 24 profesionales* y gastamos 1,4 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 1984.

* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.