En Malasia, Médicos Sin Fronteras (MSF) proporcionamos apoyo médico y humanitario a las personas refugiadas rohingya que enfrentan múltiples barreras para acceder a protección y atención sanitaria en el país.
- 16.700 consultas externas
- 3.900 consultas prenatales
- 1.730 consultas individuales de salud mental
En 2022, más de 3.500 refugiados rohingya intentaron realizar peligrosos viajes en barco por el mar de Andamán y la bahía de Bengala. Para muchos, Malasia era el lugar de destino para ponerse a salvo.
El gobierno de Malasia continuó con sus enfoques basados en la disuasión hacia los rohingya, como redadas y arrestos de personas migrantes, detención, acoso cibernético, discriminación y deportación, con el objetivo de generar condiciones hostiles para ellos y presentar su presencia como una amenaza a la seguridad nacional en vez de una crisis humanitaria regional. En respuesta, MSF hemos implementado un enfoque comunitario y centrado en la persona para garantizar que los refugiados tengan acceso a protección y atención sanitaria.
Mediante el trabajo en entornos urbanos de refugiados, centros de detención de migrantes y clínicas fijas y móviles en Penang, proporcionamos atención de salud general y apoyo de salud mental. También derivamos a pacientes con necesidades médicas y de protección especiales para que se registraran con ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados. En 2022, la atención prenatal y el tratamiento de enfermedades no infecciosas fueron las necesidades más urgentes de las que informaron nuestros equipos. También hubo una alta incidencia de hepatitis C. Cuando en agosto comenzamos las actividades de prueba y tratamiento, nos encontramos con que, aproximadamente, el 10% de la gente había dado positivo.
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Shafiee Abdullah pertenece a la comunidad musulmana de Myanmar en Malasia. Izyan, enfermera de triaje, le examina en la clínica de MSF en Butterworth (Penang). © Kit Chan
En enero, en colaboración con el Ministerio de Sanidad y ONG asociadas, comenzamos a dirigir clínicas móviles para mujeres y niños, donde ofrecemos vacunas para niños, clases prenatales y servicios de planificación familiar. Estas clínicas también se han convertido en un valioso punto de entrada para la identificación y la derivación de supervivientes de violencia sexual o de género (VSG). La mayor parte de la VSG que identificamos se relaciona con el matrimonio infantil.
En los cinco centros de detención de migrantes en los que trabajamos, incluidos los centros exclusivos para rohingya en Sungai Bakap y Bidor, proporcionamos artículos de higiene esenciales, como jabón y toallitas sanitarias, así como atención de salud general y de salud mental. También organizamos derivaciones a clínicas de salud pública locales para personas que necesitan seguimiento y atención especializada. Las negociaciones para el acceso continuo seguían siendo un desafío a finales de 2022.
Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2022; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2022, contábamos con 75 profesionales* y gastamos 3,6 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 2004.
* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.