Éxodo rohingya: un año después de su huida, los refugiados siguen en el limbo sin servicios básicos

Inauguramos en Madrid la muestra ‘El éxodo rohingya’ que recorrerá varias ciudades españolas para luchar contra el olvido de esta crisis humanitaria. Únete a nosotros y da #unpasoxMSF como tributo a su huida forzosa.

MSF
16/10/2018

Con motivo de la inauguración de nuestra exposición ‘El éxodo rohingya’, que arranca en Madrid y recorrerá varias ciudades españolas, alertamos de que la ayuda humanitaria internacional que llega a los asentamientos donde viven centenares de miles de refugiados rohingyas en Bangladesh sigue siendo insuficiente para cubrir sus necesidades básicas.

Su situación se agravará aún más ante la llegada de la temporada de ciclones en Bangladesh. En este sentido, tememos que los daños e inundaciones incrementen las necesidades médicas y el riesgo de la aparición de brotes epidémicos.

“Más de un año después del comienzo de un éxodo en el que más de 700.000 refugiados rohingyas llegaron a Bangladesh huyendo de la persecución y la violencia, la mayoría continúa en campos improvisados y superpoblados; por debajo de los mínimos que marcan los estándares humanitarios internacionales. Los refugiados han pasado el monzón en los mismos refugios que construyeron a su llegada: chozas levantadas con bambú, lonas y plástico. Y en estas mismas viviendas afrontan ahora la época de ciclones”, explica María Simón, que acaba de volver desde Bangladesh donde ha sido nuestra coordinadora de emergencias en dos periodos diferentes.

También recordamos que la segregación y la discriminación por motivos de religión y origen étnico siguen afectando a todas las facetas de la vida en el estado birmano de Rakáin. “Las restricciones de movimiento para la población musulmana y el bloqueo a las organizaciones humanitarias internacionales en el norte del estado están limitando sus posibilidades de recibir atención médica”, explica nuestro presidente, David Noguera, tras mostrar su preocupación por el impacto en la respuesta humanitaria de la falta de fondos: “Otras organizaciones pueden verse obligadas a reducir sus actividades y la disponibilidad de atención médica secundaria y cirugía puede verse comprometida”.

En los campos de Bangladesh las necesidades médicas son infinitas y la capacidad quirúrgica y el número de camas para hospitalización son limitadas. Una de las prioridades médicas debe ser la ampliación de las vacunaciones de rutina. En la actualidad, las vacunas están disponibles para niños de hasta 1 año de edad, pero el objetivo debe ser extender las campañas de inmunización a todos los menores de cinco años para prevenir enfermedades contagiosas. La cobertura de vacunación ha sido históricamente baja entre los rohingyas a causa de los obstáculos para acceder a la atención médica de esta comunidad en Myanmar.

Por otro lado, a pesar del profundo trauma experimentado por la comunidad rohingya en Myanmar, solo una pequeña proporción de los refugiados accede a servicios especializados en materia de salud mental. “La terrible violencia que los obligó a huir de Rakáin, el peligroso viaje, las tensiones diarias en los campos y la incertidumbre sobre su futuro impactan negativamente sobre su salud mental. Los refugiados experimentan flashbacks, ansiedad generalizada, ataques de pánico, pesadillas recurrentes, insomnio, así como enfermedades mentales como trastorno por estrés postraumático y depresiones graves”, comenta María Simón. Por ello, instamos a aumentar los servicios de salud mental y especialmente, la atención psiquiátrica.

‘El éxodo rohingya’ en Madrid

La exposición ‘El éxodo rohingya’ recoge historias de refugiados rohingya que tuvieron que abandonar su país huyendo de la persecución y la violencia y que buscaron refugio en el vecino Bangladesh. Fotografías y testimonios muestran a personas que han sufrido las consecuencias de exilio forzoso: falta de atención sanitaria, de refugio y de derechos básicos.

Las fotografías de Anna Surinyach recorren las condiciones de vida en los asentamientos improvisados, la rutina y el día a día en los campos, el impacto en la salud de los refugiados así como testimonios de víctimas de un éxodo masivo y forzoso.

Uno de los mayores atractivos de la expo es el video 360, a través del cual los visitantes pueden ponerse en la piel de los refugiados rohingyas. Gracias a unas gafas especiales, el visitante tiene la oportunidad de realizar una experiencia de inmersión visual y vivir, como si estuviera en los campos de refugiados rohingyas de Bangladesh. “El resultado es una experiencia más empática y una mayor inmersión en la realidad abordada en el reportaje. Por anteriores experiencias, sabemos que la mayoría de las personas sienten una experiencia emocional muy intensa. Toman conciencia sobre la necesidad de ofrecer asistencia a las personas golpeadas por este éxodo”, dice Noguera.

La muestra se podrá visitar hasta el 23 de octubre el Centro Cultural Daoíz y Velarde de Madrid y recalará este otoño en ciudades como Bilbao, A Coruña y Sevilla.

Un paso contra el olvido

Además, como parte de nuestra llamada contra el olvido de los más de 700.000 rohingyas refugiados en Bangladesh, queremos rendir tributo a la peligrosa huida que tuvieron que emprender desde agosto de 2017.

Por ello, buscamos la participación ciudadana física y virtualmente para ‘dar pasos’ y recordar su dura situación. En su desesperada marcha, los rohingyas dieron una media de 570.000 pasos desde el estado de Rakáin (Myanmar) hasta el distrito de Cox’s Bazaar (Bangladesh).

¡Únete a nosotros con #doy1paso sumando tu nombre a la lista de pasos! Queremos alcanzar los 570.000 para que sus historias no se olviden.