Condenados a elegir entre ahogarse en el Mediterráneo o sufrir detenciones arbitrarias en Libia

Más de 100 personas murieron tras un naufragio frente a las costas de Libia hace una semana. Entre ellas, 20 niños y unos gemelos de 17 meses. Los supervivientes, con quemaduras químicas, fueron transferidos de nuevo a varios centros de detención, donde las condiciones son deplorables.

MSF
13/09/2018

El pasado domingo 2 de septiembre, más de 100 personas murieron tras naufragar frente a las costas libias. Según información recibida por nuestro personal, dos lanchas salieron de la costa de Libia a primera hora del día anterior. Cada una transportaba a más de 160 personas de diferentes nacionalidades: sudaneses, malienses, nigerianos, cameruneses, ghaneses, libios, argelinos y egipcios.

"La primera lancha se detuvo debido a un fallo del motor, pero la nuestra continuó navegando y comenzó a desinflarse alrededor de la 1pm. Éramos 165 adultos y 20 niños a bordo”, explica un superviviente.

Según relata, en ese momento, el teléfono móvil satelital mostró que no estaban lejos de las costas de Malta. “Llamamos a los guardacostas italianos y enviamos nuestras coordenadas, pidiendo asistencia cuando la gente comenzó a caer al agua”.

“Nos dijeron que enviarían a alguien, pero la lancha comenzó a hundirse. No podíamos nadar y solo unas pocas personas tenían chalecos salvavidas. Quienes pudimos sostenernos a la capucha flotante de la lancha sobrevivimos. Los rescatistas [europeos] llegaron más tarde por vía aérea y nos tiraron varios salvavidas, pero todos estaban en el agua; la lancha ya se había hundido y volcado. Pocas horas después, otros rescatistas también llegaron por la vía aérea y lanzaron más balsas salvavidas. De nuestra lancha solo 55 personas sobrevivieron”, prosigue.

“Muchas personas murieron, incluso familias y niños. Pudieron haberse salvado si los rescatistas hubieran llegado antes. Murieron más de 20 niños, incluidos unos gemelos de 17 meses que fallecieron junto con su madre y su padre”, recuerda. Más tarde, un grupo de 276[1] personas, entre ellos los supervivientes de dicho naufragio, fueron transferidas desde el mar a la ciudad portuaria de Khoms (a unos 120 km al este de Trípoli) por la guardia costera libia.

Quemaduras químicas graves

Los supervivientes que hemos tratado sufrían quemaduras químicas, fruto de los derrames de gasolina del motor de la lancha. "Nuestro equipo médico trabajó arduamente durante varias horas para ayudar a los sobrevivientes en condiciones más graves", explica Jai Defransciscis, nuestra enfermera en Misrata, en el noroeste de Libia.

"Tratamos 18 casos urgentes, entre ellos a nueve personas con quemaduras químicas extensas (hasta en el 75% de su cuerpo). Un paciente estaba en estado crítico; los derivamos al hospital. Sin un acceso rápido a cuidados intensivos especializados, habría muerto", explica.

Tras el desembarco, y la asistencia urgente que pudimos brindar, el grupo fue transferido a un centro de detención controlado por las autoridades libias.

Es común que las personas que regresan a Libia desde embarcaciones no aptas para navegar sean enviadas nuevamente a un dañino sistema de detenciones arbitrarias. En concreto, entre enero y agosto, la guardia costera libia, respaldada por la Unión Europea (UE), ha devuelto a 13.185 refugiados y migrantes[2] a Libia.

Como parte de sus actividades en los centros de detención en Khoms y los alrededores, nuestros equipos han proporcionado más atención médica y de seguimiento al grupo mientras permanecen detenidos. Entre el grupo hay mujeres embarazadas, niños, bebés, y personas con enfermedades graves y quemaduras químicas. También organizamos seis derivaciones adicionales al hospital.

Enfermos y traumatizados

"Estamos extremadamente preocupados por nuestros pacientes. ¿Cómo pueden recuperarse cuando están encerrados en celdas, en condiciones de higiene muy precarias y durmiendo sobre mantas o colchones en el suelo que causan un dolor increíble a quienes sufren quemaduras graves? Algunos de ellos no pueden sentarse o caminar", alerta  Defransciscis.

"Hemos comenzado a ver pacientes con infecciones graves como la neumonía, causadas por haber estado en el agua durante tanto tiempo". La falta de agua potable y comida repercutirá negativamente en su recuperación, y podría incluso agravar sus afecciones médicas.

Por si esto fuera poco, muchos de los supervivientes están de luto por la pérdida de sus familiares. Además de los peligros a los que se enfrentan durante su viaje por Libia, han experimentado otra situación muy traumática en el mar. En lugar de recibir el apoyo que necesitan, los refugiados y los migrantes son arrestados y detenidos en condiciones de vida deplorables, sin salvaguardias básicas, recursos legales o alternativas.

Hemos conocido a solicitantes de asilo y refugiados entre los detenidos que han sido registrados o reconocidos por el ACNUR en Libia u otro país. Su panorama parece particularmente sombrío: los mecanismos liderados por el ACNUR para evacuarlos de Libia a Níger y reubicarlos en un tercer país, lanzados en 2017 tras la indignación global provocada por imágenes de CNN, han permanecido estancados durante varios meses.

En cambio, los solicitantes de asilo y los refugiados se enfrentan a detenciones arbitrarias indefinidas y corren el riesgo de ser objetos de trata, ya que las redes delictivas suelen ser su única opción para continuar su viaje en busca de seguridad.

Algunas personas también nos han contado que habían decidido abandonar Trípoli para escapar de los violentos enfrentamientos y bombardeos que comenzaron el 26 de agosto en la capital.

Reiteramos nuestro llamamiento para poner fin a la detención arbitraria de miles de refugiados y migrantes a lo largo de Libia, y a escalar las opciones para evacuarlos de forma segura fuera del país.

Específicamente, instamos:

- A la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y a los países seguros a organizar rápidamente la evacuación de refugiados y solicitantes de asilo de Libia y a agilizar su reasentamiento.

- A la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y a los países de origen a que agilicen la evacuación y la repatriación de los migrantes en Libia que deseen regresar a sus países de origen.

- A los Estados europeos y a las autoridades libias a que detengan la interceptación de quienes huyen por mar y su devolución a Libia como medio para evitar las llegadas a Europa.