Nigeria: Baba corrió tan rápido como pudo para esquivar la segunda bomba en Rann

A sus 37 años, es uno de los 120 heridos en el bombardeo aéreo perpetrado por el Ejército nigeriano en el campo de desplazados de Rann, en el noreste del país. “El avión voló hacia adelante y hacia atrás, supimos que algo iba mal”, recuerda.

MSF
25/01/2017

Baba, de 37 años, es una de las decenas de personas heridas durante el ataque aéreo del pasado martes en Rann, en el noreste de Nigeria.

Baba, que recibe tratamiento en Maiduguri, la capital del estado Borno, vivía en Rann desde que tuvo que huir de su pueblo natal de Kala, hace 10 meses.

"Cuando el primer bombardeo ocurrió, me encontraba lejos del lugar. El proyectil cayó cerca de los barracones militares y pensé que si una bomba podía caer tan cerca del cuartel, estábamos en peligro real; así que empecé a correr tan rápido como podía”.  

Me encontré a una mujer llorando y gritando que su hija estaba en el punto de agua situado cerca del cuartel. Pensaba que su hija había sido golpeada por la explosión,  pero le dije que se tranquilizara, que había visto a su hija huyendo”.

La segundo bomba me cogió corriendo. Me alcanzaron fragmentos de la explosión, pero no fui consciente de que estaba herido hasta que me detuve bajo un árbol. Comencé a sentir dolor y cuando miré vi que tenía sendos orificios en la pierna y en el pie, y que estaba sangrando.

En el pasado, solíamos ver aviones sobrevolando Rann. Solo pasaban sobre nosotros y nunca se detenían. Pero el martes fue diferente: el avión voló hacia adelante y hacia atrás y supimos que algo iba mal antes del bombardeo".