Nigeria: sin más comida y agua potable, 2017 será aún peor

La violencia y la inseguridad en el estado de Borno han desplazado a un millón de personas en la ciudad de Maiduguri. Allí, la desnutrición, la falta de agua potable y las enfermedades son una combinación letal. Nuestros equipos hacen frente a la escasez, pero cientos de miles de personas necesitan mucha más ayuda.

MSF
12/01/2017

Durante los últimos tres meses, Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos distribuido 810 toneladas de alimentos en Maiduguri, en el noreste de Nigeria, una cantidad suficiente para alimentar a 26.000 familias durante dos semanas.

"Como organización medico-humanitaria, proporcionar comida a las personas no es, por lo general, nuestra función", explica nuestro coordinador general, Phillippe Le Vaillant. "Pero hay personas muy necesitadas. Otras organizaciones no han intervenido hasta ahora, por lo que nos hemos visto obligados a llenar este vacío".

Alrededor de un millón de personas que huyeron de la violencia y la inseguridad en el estado de Borno, a raíz del conflicto actual entre los grupos armados y las fuerzas armadas de Nigeria, viven ahora en Maiduguri, la ciudad más grande del noreste del país.

Y es que a pesar del aumento de la asistencia humanitaria en los últimos meses, miles de personas en la ciudad todavía necesitan alimentos, agua y atención médica

Las más vulnerables son a menudo las que viven en campos improvisados, no reconocidos por las autoridades. En ellos reciben poca o ninguna ayuda, a pesar de ser miles de personas las que viven en ellos.

Alimentos más caros

"Mucha gente vino a Maiduguri con nada más que la ropa que llevaba puesta", cuenta Le Vaillant. "No tienen casi ninguna forma de ganar dinero, el coste de los alimentos se ha duplicado en 12 meses, y los años de violencia e inseguridad han llevado al límite su capacidad de hacer frente a las situaciones difíciles".

Además de gestionar dos grandes centros de salud y dos centros hospitalarios de nutrición terapéutica para niños con desnutrición severa, estamos proporcionando entre 80.000 y 100.000 litros de agua en Maiduguri todos los días.

Se trata de una medida de emergencia para proporcionar agua potable a la gente antes de que pueda establecerse una solución a largo plazo. También estamos construyendo nuevas letrinas, desalojando las existentes y rehabilitando pozos en los campos del centro de la ciudad de Maiduguri.

Hacer frente a la escasez

A partir del mes de marzo, es probable que se necesite aún más asistencia alimentaria. Es entonces cuando los productos de la cosecha de bajo rendimiento de este año se agotarán de las tiendas, lo que marca el inicio de la temporada anual de escasez.

Además de saciar el hambre, una nutrición adecuada permite luchar mejor contra las infecciones como la malaria y la diarrea, más frecuentes durante la época de lluvias, que comienza en junio.

"Los períodos de escasez y de lluvias conforman una combinación letal", afirma Javed Ali, uno de nuestros doctores en la zona. "Del mismo modo que la inmunidad de las personas se reduce por la disminución de nutrientes en su dieta, el número de infecciones aumenta. Esto es particularmente difícil para los niños y puede dejarles en un estado muy vulnerable a desarrollar desnutrición severa con complicaciones".

De junio a octubre de 2016, este círculo vicioso tuvo consecuencias fatales para nuestros cientos de pacientes en Maiduguri. En agosto, murieron 75 de los 369 niños ingresados en nuestros centros hospitalarios de nutrición terapéutica de MSF.

En noviembre, una vez disipada la temporada de lluvias y con la disminución de las complicaciones en las afecciones de los pacientes, murieron 21 de los 250 niños ingresados en estos centros.

"Durante el verano, nos quedamos abrumados por el número de niños desnutridos con complicaciones graves que necesitaban tratamiento", reconoce el doctor Javed. "A pesar de que los factores estacionales han traído un respiro, eso no quiere decir que la emergencia haya terminado. Sin un aumento significativo de la ayuda por parte de las organizaciones nacionales e internacionales, la situación podría ser incluso peor el año que viene, ya que millones de personas siguen desplazadas a causa del conflicto".

Al otro lado del estado de Borno, gestionamos 11 centros de salud permanentes, y nuestros equipos médicos hacen visitas periódicas a otros cinco más. Estamos profundamente preocupados por los cientos de miles de personas que podrían estar viviendo en zonas del estado donde no se ha concedido acceso a las organizaciones de ayuda y que, por lo tanto, podrían no disponer de comida, agua ni atención médica.