Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 800 mujeres mueren cada día por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto. Un 94% de estas mujeres vivían en países de ingresos medios y bajos y no recibieron la atención que necesitaban. En conflictos, desastres naturales, desplazamientos y contextos de violencia extrema, la vida siempre sigue. Muchas mujeres en todo el mundo dan a luz sin asistencia médica, lo que aumenta enormemente el riesgo de complicaciones o muerte. Trabajamos para que dar a luz en plena crisis humanitarias no sea un riesgo para la salud ofreciendo a las madres:
- Asistencia obstétrica y neonatal de urgencia.
- Servicios preventivos de atención prenatal, posnatal y planificación familiar.
- Asistencia a víctimas de violencia sexual.
- Prevención de la transmisión madre-hijo de la infección por VIH.
- Prevención y tratamiento de la fístula obstétrica.
- Atención a las consecuencias de la mutilación genital femenina.
- Detección y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual.