La sanidad marfileña se recupera lentamente de la crisis política y militar que abrumó al país desde 2002 hasta 2010. Debido a la elevada mortalidad en el embarazo y el parto, el Ministerio de Salud ha dado prioridad a la atención materna y la ofrece gratuitamente. Sin embargo, las restricciones presupuestarias, el desabastecimiento de medicamentos y la falta de personal capacitado implican que no siempre estén garantizados servicios de buena calidad para madres y bebés.
Durante cinco años, colaboramos con el Ministerio en zonas rurales de la región de Hambol (en el centro del país), trabajando en la maternidad y los servicios de neonatología y cirugía del hospital de referencia de Katiola. En 2019, hospitalizamos a 700 recién nacidos y reforzamos el sistema de derivaciones para emergencias obstétricas y neonatales. También ayudamos a los hospitales de Dabakala y Niakara y a seis centros de salud.
En vista del volumen relativamente bajo de actividad, de la progresiva reducción de las complicaciones obstétricas y de las limitadas expectativas de desarrollo de nuestro trabajo, tomamos la decisión de transferir progresivamente todas nuestras actividades a las autoridades sanitarias marfileñas. Dejamos de brindar poyo a los centros de salud en abril, a la maternidad en junio y al quirófano y las salas de neonatología al final del año.
Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2019; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2019, contábamos con 158 profesionales, entre personal nacional e internacional, y gastamos 4,1 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 1990.