A pesar del levantamiento de las restricciones gubernamentales, la inseguridad y las barreras administrativas continuaron obstaculizando el acceso humanitario a los aproximadamente 20 millones de personas que necesitaban asistencia en Etiopía en 20221. Aunque el conflicto de dos años en Tigray terminó en noviembre, miles de personas fueron asesinadas o desplazados por los combates en todo el país.
En marzo, reanudamos los servicios de atención médica para los refugiados de Sudán del Sur en el campamento de Kule, región de Gambella, y comenzamos a tratar la desnutrición, el cólera y el sarampión en la región de Somali, un área gravemente afectada por la sequía.
También nos enfocamos en la desnutrición en la región de Afar, donde apoyamos al hospital Dupti y dirigimos clínicas móviles y un centro para pacientes hospitalizados en el que se proporciona atención nutricional.
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Trabajadora del Ministerio de Salud midiendo el perímetro braquial de un niño durante un cribado de malnutrición en el centro de alimentación terapéutica para pacientes hospitalizados (ITFC) del hospital de Dupti, en la región de Afar. © Njiiri Karago/MSF
A lo largo del año, nuestros equipos en SNNPR dirigieron clínicas móviles, y cuando el conflicto disminuyó, rehabilitaron y apoyaron los centros sanitarios.
En julio, reabrimos nuestro proyecto en Abdurafi, región de Amhara, y proporcionamos tratamiento contra la fiebre negra, una enfermedad tropical letal, y contra mordeduras de serpientes.
En el norte y el este de Amhara y en el norte de Afar, proporcionamos atención médica en comunidades afectadas por conflictos mediante clínicas móviles. También donamos suministros médicos y rehabilitamos centros sanitarios saqueados y dañados. Las personas que conocimos describieron un gran sufrimiento y nos contaron historias personales de violencia extrema, pérdida de medios de subsistencia, hogares y tierras, y miedo constante.
En noviembre, reiniciamos nuestra respuesta en el noroeste de Tigray y apoyamos dos centros sanitarios y dirigimos clínicas móviles en áreas rurales, donde los centros sanitarios y la infraestructura de agua habían sido dañados o destruidos.
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Kadija (23 años) y su hijo Kayruya comparten un momento de tranquilidad en la tienda del centro de alimentación terapéutica para pacientes hospitalizados. Ella, como muchos otros, se ha visto desplazada por la guerra y afectada por la sequía. © Njiiri Karago/MSF
MSF sigue exigiendo que se tome responsabilidad por la muerte de nuestros colegas
El 24 de junio de 2021, nuestros colegas María Hernández Matas, Tedros Gebremariam Gebremichael y Yohannes Halefom Reda fueron asesinados brutal e intencionalmente aunque estaban claramente identificados como trabajadores humanitarios en Tigray. Después de un extenso compromiso con las autoridades etíopes, aún no tenemos una respuesta confiable sobre lo que les sucedió a nuestros colegas. MSF seguirá exigiendo una respuesta por este incidente con la esperanza de que esto ayude a mejorar la seguridad de los trabajadores humanitarios en Etiopía.
Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2022; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2022, contábamos con 814 profesionales* y gastamos 23 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 1984.
En 2022, MSF España era una de las secciones de MSF con actividades en el país. Si quieres conocer más en profundidad nuestro trabajo allí, consulta nuestro ‘Informe de Operaciones 2022’.
* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.
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