Durante un brote de kala azar (leishmaniasis visceral) en el condado de Tharaka-Nithi a principios de año, nuestros equipos dieron apoyo a la respuesta de las autoridades sanitarias mediante formación al personal, actividades de sensibilización y derivaciones, y la distribución de mosquiteras para mitigar la propagación de la enfermedad.
A medida que se intensificaba la sequía más larga de Kenia en cuatro décadas, brindamos atención de emergencia a niños, niñas y madres lactantes con desnutrición grave en el noreste del país. También respondimos a un aumento de personas refugiadas que llegaban a Dadaab, hasta donde habían llegado en busca de comida y agua. Nuestros equipos dieron atención médica básica y especializada y mejoraron los servicios de agua y saneamiento en el campamento Dagahaley y sus alrededores.
En el mes de agosto, nuestros equipos trataron a personas heridas durante la violencia rela-cionada con las elecciones generales en Nairobi y Homa Bay. Cerca de finales de año, tam-bién dimos respuesta a brotes esporádicos de cólera con la instalación de centros de trata-miento, formaciones, apoyo logístico y actividades de promoción de la salud, además de atención a los pacientes.
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Un médico, una enfermera y una nutricionista de MSF atienden a Egura Arbollo, de nueve meses, durante una ronda de visita en el centro de salud de Illeret. © MSF/Lucy Makori
A lo largo del año, continuamos trabajando para aumentar el acceso a la atención médica para niños, niñas y adolescentes en situación de marginación. En Mombasa, apoyamos la prestación de servicios médicos integrales para jóvenes en centros sanitarios y comunida-des.
En respuesta a la violencia urbana crónica en Eastlands, un barrio periférico de Nairobi, brindamos atención médica de emergencia y para la salud sexual y reproductiva en nuestra clínica para jóvenes y en cuatro clínicas de violencia sexual integradas en centros sanitarios públicos. También dirigimos un centro de llamadas de emergencia y servicios de ambulancia en Eastlands.
En el condado de Kiambu, gracias a una clínica centralizada y otros dos centros sanitarios, ampliamos el acceso a la terapia de sustitución de opioides, a la atención médica integral y al apoyo psicosocial para las personas que consumen heroína.
En Homa Bay, colaboramos con las salas médicas para adultos del hospital de derivación del condado con la aportación de personal, tratamiento y seguimiento, y ampliamos el tratamiento de enfermedades no infecciosas en centros sanitarios locales. Mientras tanto, entregamos nuestras actividades pediátricas, de adolescentes y de tratamiento avanzado del VIH a entidades locales.
Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2022; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2022, contábamos con 784 profesionales* y gastamos 23,3 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 1987.
* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.
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