Dentro de la Casa de la Lavanda, un refugio contra la violencia sexual

Casi la mitad de las mujeres kenianas de entre 15 y 49 años han sufrido violencia física o sexual. Con el fin de lucha contra esta lacra, gestionamos Lavender House (la casa de la lavanda, en inglés), una clínica especializada en violencia sexual y de género abierta las 24 horas y situada en el barrio superpoblado de Mathare, en Nairobi.

MSF
26/01/2023
La doctora Africa Stewart, ginecóloga y obstetra, delante de la clínica La Casa de la Lavanda, de MSF, en el barrio de Mathare de Nairobi, Kenia.

Casi la mitad de las mujeres kenianas de entre 15 y 49 años han sufrido violencia física o sexual.

Con el fin de lucha contra esta lacra, gestionamos Lavender House (la casa de la lavanda, en inglés), una clínica especializada en violencia sexual y de género (SGBV) abierta las 24 horas y situada en el barrio superpoblado de Mathare, en Nairobi, la capital del país.

Como su propio nombre indica y en alusión a la planta y a sus propiedades, la Casa de la Lavanda es un refugio de calma y sosiego, donde las supervivientes de violencia sexual que llegan aquí reciben asistencia médica y apoyo en salud mental.

Gracias a una línea de ayuda, un servicio de ambulancia para facilitar el acceso a aquellas personas que, si no, tendrían dificultades para venir, y un equipo de movilización comunitaria para crear conciencia y vincular a las personas con servicios vitales.

En concreto, la línea de ayuda suma una media de entre 600 y 700 llamadas al mes y la clínica ha sido testigo de un aumento de 150 pacientes en 2011 a 3.750 pacientes en 2020, más de 10 pacientes por día, todos los días del año. El 50% de los pacientes son niños y niñas menores de 18 años -la mitad de ellos, menores de 12.

La Casa Lavanda, llamada así por las propiedades curativas de la hierba que le da nombre. Mathare, Nairobi, Kenia.

 

Ella es nuestra compañera Barbara

Una de las piezas clave de la Casa de la Lavanda es nuestra compañera Barbara Salano Kerre, supervisora de atención en salud mental para pacientes de violencia sexual y de género.

“La violencia sexual es un fenómeno global que ocurre en todas partes. Sin embargo, no se denuncia en numerosos casos y muchas personas no buscan atención. Pero estando en esta posición con Médicos Sin Fronteras, hemos podido llegar a un gran número de supervivientes con enormes desafíos y atendido sus necesidades médicas y psicológicas”, comenta Barbara tras añadir que “formar parte de este equipo es un honor y un privilegio: me encanta dar, estar al servicio de la sociedad”.

Para Barbara, liderazgo significa influir positivamente en un equipo para lograr los objetivos deseados. “Ser una líder exige mucho. Mi equipo puede contactarme libremente y puedo ayudarles a superar los desafíos que enfrentan mientras brindan atención médica a las personas supervivientes. Hay momentos en los que me piden que tome decisiones difíciles, pero tengo que hacerlo”, explica.

Animo a las mujeres en posiciones de liderazgo a tomar las manos de las mujeres jóvenes y ayudarles a crecer, a subir peldaños. ¿No sería bonito que, cuando te jubiles, tengas a otra mujer pisando y siguiendo tus huellas?

¿Qué pueden hacer las mujeres de hoy para ayudar a las mujeres de mañana? ¡Usemos nuestra voz para hablar! Hablar sobre temas que afectan a las mujeres, por ejemplo, temas de violencia sexual y de género, salud reproductiva, para que las mujeres del mañana no tengan que enfrentar las mismas luchas y desafíos que tuvieron nuestras abuelas y madres.

Aportar su granito de arena significa mucho para Barbara. “Me he dado cuenta de que la atención médica es un derecho para todos, pero algunas personas no pueden acceder a estos servicios”, dice mientras agradece poder prestar servicio “a todos mis buenos mentores y al apoyo de mi familia”.

“Soy madre de tres hermosos hijos y esposa. Me he enfrentado a una serie de desafíos al igual que muchas otras mujeres. Lo más importante es lograr el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Como mujer, digo: ‘Sigue tu sueño y persíguelo. Sí, es posible que enfrente desafíos y obstáculos en el camino, pero nunca te des por vencida”.

Bárbara y sus colegas en la clínica MSF tratan a más de 3.750 pacientes cada año. Mathare, Nairobi, Kenia.

 

MSF y la violencia sexual y de género

La violencia sexual y de género (SGBV) es una emergencia médica. Destroza la vida de millones de personas en todo el mundo y puede ocurrir en cualquier sociedad en cualquier momento, pero a menudo aumenta en situaciones inestables como los conflictos armados. La violencia sexual es compleja y estigmatizante, tiene consecuencias duraderas y puede generar riesgos para la salud física y psicológica. En 2021, brindamos atención médica a 34.800 supervivientes de violencia sexual, 5.500 más que en 2020.