5 cosas que (quizás) no sabías de nosotros
No solo somos médicos, ni europeos. Te explicamos cómo es formar parte de MSF: somos más de 38.000 trabajadores en 70 países y contamos con una amplia diversidad de perfiles. Y tenemos una misión muy clara.

- No todos somos europeos
La mayoría de la gente que nos conocéis sabéis que somos una organización médico-humanitaria que trabaja en más de 70 países en todo el mundo. Pero no enviamos trabajadores desde Europa a todas las crisis en las que intervenimos. En todo el mundo, contamos con más de 38.000 profesionales en el terreno, de los cuales 9 de cada 10 son trabajadores contratados localmente. Es decir, en Sudán, la mayoría de nuestros compañeros son sudaneses. Cuentan con contratos de trabajo basados en marcos legales locales y responden a una gran diversidad de perfiles. Traductores, enfermeros, conductores… todos somos Médicos Sin Fronteras.
- No todos somos médicos
Es verdad que una gran parte de nuestros equipos es personal sanitario, e incluso nuestro presidente es médico; pero no todos somos médicos. A la hora de intervenir en una emergencia, necesitamos conocimientos variados y específicos: para garantizar la seguridad de nuestro personal en contextos peligrosos, para asegurar el suministro de agua potable y para negociar con las autoridades locales a favor de nuestra presencia en un país concreto, entre otras cosas. Además de los perfiles sanitarios (médicos, cirujanos, matronas, etc.), necesitamos logistas, expertos en agua y saneamiento, administradores, etc.
- No somos héroes
En realidad, los verdaderos héroes son las personas a las que atendemos, las que sobreviven y protegen a sus familias en una guerra, en una epidemia, cuando lo tienen todo en contra. En cuanto a nosotros, somos gente de carne y hueso, aunque, para poder llegar a las personas que necesitan ayuda y a las que nadie más llega, hemos desarrollado unas habilidades especiales, como pueden ser la planificación, la logística y la evaluación de la seguridad.
- No somos voluntarios
Buscamos ayudar a poblaciones en situación de extrema vulnerabilidad en crisis humanitarias y, con nuestro granito de arena, lograr un mundo (algo) mejor. Esa es nuestra voluntad, lo que elegimos hacer de forma independiente y a lo que dedicamos nuestra actividad laboral. Por eso, los trabajadores de MSF no somos voluntarios, sino que contamos con un contrato legal y unas condiciones salariales adecuadas y acordes a nuestro perfil y responsabilidad.
- Nos importa el principio… y el final
Nuestra labor va más allá de operar a heridos de guerra y trabajar contra reloj en emergencias. Esto es vital, claro, pero nuestra acción humanitaria es más amplia. Trabajamos en el aquí y ahora y también con miras al futuro, desde una sólida estrategia de actuación sustentada en decisiones, no en hechos improvisados. A menudo, cuando llegamos a un país, empezamos por ayudar al sistema de salud local (a los hospitales, los centros de salud, los dispensarios, y a su personal), para después trabajar en colaboración con ellos. Y cuando nos marchamos, traspasamos nuestros programas, por ejemplo al Ministerio de Salud, para que la asistencia continúe.
Este artículo forma parte del número 115 de nuestra revista MSF. Puedes leerla entera aquí.
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