Bangladesh: urge mucha más atención médica y mejorar el agua y el saneamiento

Las condiciones en las que se encuentran los más de 582.000 refugiados rohingyas en los asentamientos improvisados del país son cada vez peores. Cubrir las carencias de agua potable y saneamiento es esencial para evitar una emergencia de salud pública.

MSF
19/10/2017

Con el fin de dar respuesta a la crisis humanitaria que se está produciendo en el distrito de Cox’s Bazar, en sur de Bangladesh, hemos incrementado nuestras operaciones en la zona. Desde el pasado 25 de agosto, cuando la gente empezó a abandonar sus casas de manera masiva, ya son más de 582.000 los refugiados rohingya que han cruzado la frontera desde el estado de Rakhine, en Myanmar. Y cada semana siguen llegando miles de personas más.

En poco más de 50 días, nuestros equipos han tratado a más de 30.000 pacientes en el distrito de Cox’s Bazar, lo que supone una cifra de personas cinco veces mayor que la del año pasado en el mismo periodo de tiempo.

“Otras organizaciones tienen que dar un paso al frente e incrementar su respuesta a esta enorme crisis. Hay grandes necesidades sin cubrir en materia de refugio, acceso al agua potable, atención médica y distribución de alimentos”, explica Robert Onus, nuestro coordinador de emergencias. “Hay que hacer un enorme esfuerzo para que no aumente el riesgo de que aparezcan brotes epidémicos y para que el número de personas aquejadas de enfermedades no siga multiplicándose. Si no tomamos las medidas adecuadas, acabaremos viviendo una emergencia de salud pública”.

Por nuestra parte, hemos contratado a 800 trabajadores adicionales, con lo hemos pasado de tener 200 personas en el terreno a tener 1.000.

Más camas, centros y clínicas móviles

Además, hemos incrementado la capacidad hospitalaria en las instalaciones médicas de Kutupalong (donde ya teníamos un proyecto regular desde 2009) pasando de 50 a 70 camas. También hemos construido nuevas salas y aumentado la capacidad de aislamiento para pacientes con enfermedades infecciosas. Este centro de salud para pacientes hospitalizados proporciona servicios básicos de atención primaria y secundaria y es el más grande de que tenemos en Cox’s Bazar.

Estamos construyendo una segunda instalación con capacidad para hospitalizar pacientes en Balukhali y esperamos abrirla en los próximos días, poniendo el foco en salud materno-infantil. También nos planteamos abrir otras dos instalaciones en la región para cubrir el incremento de las necesidades de atención secundaria. Además, ya se han establecido puestos de salud adicionales y clínicas móviles, con las que queremos satisfacer la creciente necesidad de atención primaria en Kutupalong, Balukhali, Mainnerghona, Jamtoli, Unchiparang y a lo largo de los diversos puntos de entrada en la frontera.

“Más allá de la respuesta médica, mejorar la respuesta en materia de agua y saneamiento es esencial para prevenir la propagación de enfermedades”, explica Onus. “Con una población tan grande, el acceso a agua y saneamiento es crucial, y si el número de personas que huyen sigue aumentando, este trabajo continuará hasta diciembre”.

Hemos construido 200 letrinas, 34 pozos y un sistema de abastecimiento de agua por gravedad. También transportamos diariamente un promedio de 100m3 de agua a los asentamientos cercanos a nuestro centro médico en Kutupalong.

Desde ahora y hasta final de año, nuestros equipos construirán 100 pozos profundos, 300 pozos poco profundos y 1.000 letrinas en los asentamientos improvisados de Balukhali y Kutupalong.

“Dado el enorme número de personas que hay en Kutapalong y Balukhali, y debido a los deficientes servicios de saneamiento e higiene actuales, se necesitan al menos 8.000 letrinas para ayudar a detener la propagación de enfermedades", afirma Onus. "Con la llegada de más de 582.000 refugiados, que se suman a los 200.000 que ya estaban aquí, los vacíos en servicios e infraestructura son enormes".