Moderna suma ya casi 10.000 millones de euros en ventas por la vacuna de la COVID-19, pero se niega a compartir su ‘receta’

Reclamamos al presidente estadounidense Biden que utilice toda la capacidad gubernativa para obligar a la farmacéutica Moderna a colaborar con el centro de transferencia de tecnología de vacunas de ARNm de la OMS en Sudáfrica. Debe compartir sus conocimientos y contribuir a los esfuerzos mundiales de vacunación. Hasta que no esté la última persona protegida, no habremos superado la pandemia.

MSF
04/11/2021

Tras la publicación de las astronómicas cifras de ventas del tercer trimestre de 2021 de la empresa farmacéutica estadounidense Moderna gracias a su único producto, la vacuna contra la COVID-19, Médicos Sin Fronteras (MSF) instamos a la empresa a compartir inmediatamente su tecnología y conocimientos sobre la vacuna de ARNm a través del centro de transferencia de tecnología de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Sudáfrica. Dado que Moderna ha recibido una importante financiación pública para esta vacuna, la empresa tiene la obligación de contribuir a los esfuerzos mundiales de vacunación para proteger a todo el mundo contra el coronavirus, evitar el desarrollo y la transmisión de variantes y poner fin a esta pandemia.

Moderna ha anunciado hoy unas ventas en el tercer trimestre de 2021 de 5.000 millones de dólares (más de 4.300 millones de euros) en todo el mundo. Las ventas de la corporación en lo que va de año ascienden a 11.300 millones de dólares (9.750 millones de euros), con una previsión de hasta 18.000 millones de dólares (más de 15.500 millones de euros) para todo 2021 solo con la vacuna de ARNm COVID-19.

El Gobierno de EE. UU. ha proporcionado a Moderna casi 10.000 millones de dólares en dinero de los contribuyentes tanto para la investigación y el desarrollo —incluyendo casi todo el coste del desarrollo clínico— como para la compra de 500 millones de dosis de esta vacuna de ARNm COVID-19. Además, Moderna utilizó la patente y los derechos no exclusivos que el Gobierno estadounidense puso a su disposición para fabricar esta vacuna.

Dada la enorme cantidad de fondos públicos que el Gobierno de EE. UU. ha facilitado a Moderna, pedimos a la Administración Biden que utilice la influencia legal que le otorga la Ley de Producción de Defensa para obligar a la empresa a compartir la tecnología y los conocimientos técnicos de la vacuna con el Centro de Transferencia de Tecnología de ARNm de la OMS de inmediato.

"Los contribuyentes estadounidenses hicieron posible la vacuna Moderna COVID-19", explica la Dra. Carrie Teicher, nuestra directora de Programas en EE. UU. "La empresa debe rendir cuentas ante el esfuerzo público para vacunar al mundo, y EE. UU. debe utilizar sus amplios poderes legales para forzar a Moderna a compartir la tecnología y ayudar a impulsar la producción mundial de la vacuna. El tiempo se está acabando para que EE. UU. haga valer su pretensión de ser un líder mundial contra la COVID-19". 

Hasta el 9 de octubre de 2021, Moderna solo había suministrado un millón de dosis a los países de bajos ingresos. Menos del 6% de los habitantes de los países de bajos ingresos —incluidos los de muchos de los lugares en los que trabajamos— han recibido una dosis de cualquier vacuna de COVID-19. Hasta ahora, Moderna no ha entregado ninguna de las dosis comprometidas a COVAX, el mecanismo de adquisición global que debía suministrar la vacuna COVID-19 de forma equitativa.

En cambio, Moderna ha obtenido varias patentes* con reivindicaciones muy amplias que cubren su vacuna COVID-19 y otras tecnologías de ARNm en Sudáfrica sin registrar el producto en el país. Esto significa que, si bien la empresa no está dispuesta a hacer que la vacuna esté disponible de forma sostenible en Sudáfrica en cantidades significativas, se está preparando para tener las patentes preparadas con el fin de, posiblemente, hacerlas valer una vez que la pandemia se declare terminada. Teniendo en cuenta sus mínimos esfuerzos para contribuir a la equidad de las vacunas a nivel mundial, el reciente Memorando de Entendimiento de Moderna con la Unión Africana para suministrar hasta 110 millones de dosis de la vacuna COVID-19 hasta el año 2022, así como los planes para aumentar la producción en el continente africano, no son, en modo alguno, suficientes.

De hecho, el plan de Moderna de construir su propia instalación de ARNm en el continente africano mina directamente los actuales esfuerzos de la salud pública mundial para fomentar la transferencia de tecnología y crear una capacidad de fabricación independiente en África. Desde su anuncio en abril de 2021, el centro de transferencia de tecnología de vacunas de ARNm de la OMS en Sudáfrica no ha podido conseguir tecnología de ARNm de empresa alguna, y ahora intentará desarrollar sus propias vacunas candidatas desde cero. Aunque es un paso encomiable, esto es completamente innecesario y una pérdida injustificable de tiempo y esfuerzo cuando ya existen vacunas de ARNm COVID-19 más avanzadas y aprobadas.

"Al elegir ignorar las iniciativas mundiales de salud pública y seguir su propio camino, Moderna ha dejado claro que está mucho más interesada en obtener beneficios grotescos que en contribuir al esfuerzo mundial de vacunación para salvar vidas", señala Candice Sehoma, responsable de nuestra campaña de acceso en Sudáfrica. "Si Moderna compartiera su tecnología con el Centro de ARNm de la OMS, ayudaría a aumentar la producción mundial de vacunas COVID-19 ahora. En cambio, al dejar que el centro intente reproducir algo que ya se ha hecho, Moderna está saboteando una oportunidad para fomentar la fabricación autosuficiente de vacunas en África".

Compartir las tecnologías de ARNm aumentaría la producción y el suministro mundial de vacunas contra la COVID-19, salvando vidas en esta pandemia y en el futuro, además de ayudar a los países en desarrollo a ser más autosuficientes en su respuesta a las pandemias actuales y futuras. Según el análisis de MSF, al menos siete fabricantes de productos médicos inyectables estériles con sede en países africanos están actualmente preparados para producir vacunas de ARNm contra la COVID-19.

Además de exigir a Pfizer-BioNTech y Moderna que compartan la tecnología de la vacuna de ARNm, instamos a todos los gobiernos a que apoyen el Centro de Transferencia de Tecnología de la Vacuna de ARNm COVID-19 de la OMS con apoyo financiero y político. Además, hacemos un llamamiento a los gobiernos con suficientes dosis de vacunas COVID-19 para que redistribuyan inmediatamente las dosis sobrantes a COVAX o a las instituciones regionales. También instamos a los gobiernos a apoyar la propuesta de exención de los ADPIC (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio) en la OMC para renunciar a los monopolios de propiedad intelectual de todas las vacunas, pruebas, tratamientos y otras herramientas sanitarias COVID-19 durante la pandemia; y a utilizar todas las herramientas legales y políticas para facilitar la producción ininterrumpida y la diversificación en el suministro de herramientas médicas COVID-19.
 

*CIPC Intellectual Property Online. Patente de Sudáfrica número ZA2014/03783B. [En línea] [Citado el 2021 de noviembre]. Disponible en https://iponline.cipc.co.za/Patents/Search/FreePTSearch.aspx