Las nuevas órdenes de evacuación dictadas por Israel en el norte de Gaza agravarán aún más la catastrófica situación humanitaria
Las fuerzas israelíes también han pedido la evacuación de los tres principales hospitales del norte de Gaza, que tienen un total de 317 pacientes hospitalizados, 80 de ellos en cuidados intensivos.

Las órdenes israelíes de evacuación de partes del norte de Gaza, emitidas el 7 de octubre, están empujando a decenas de miles de personas a huir inmediatamente hacia el sur, mientras la zona es blanco de ataques aéreos y de una ofensiva terrestre.
En este último desplazamiento masivo forzoso, se ha instado a los residentes de Beit Hanún, Yabalia y Beit Lahia a trasladarse a la superpoblada denominada zona humanitaria entre Al Mawasi y Deir Al Balah, donde ya viven un millón de personas en condiciones inhumanas. La zona también sigue siendo insegura para los civiles y los trabajadores humanitarios, ya que las fuerzas israelíes continúan atacando repetidamente la zona.
Estas evacuaciones masivas forzosas de hogares y los bombardeos de barrios por parte de las fuerzas israelíes están convirtiendo el norte de Gaza en un páramo inhabitable, vaciando de hecho todo el norte de la Franja de vida palestina. Para empeorar las cosas, desde el 1 de octubre no se permite la entrada de suministros humanitarios en la zona.
MSF pedimos a las fuerzas israelíes que detengan las órdenes de evacuación, que están provocando el desplazamiento forzoso de personas, y que garanticen la protección de los civiles. También deben permitir la entrada en el norte de suministros humanitarios que se necesitan desesperadamente y con extrema urgencia.
“De repente, me dijeron que teníamos que irnos del norte”, cuenta Mahmoud, uno de nuestros vigilantes y quien abandonó Jabalia por la noche para refugiarse en nuestra casa de huéspedes en la ciudad de Gaza. “Dejamos nuestra casa desesperados, bajo las bombas, los misiles y la artillería. Fue muy, muy difícil. Preferiría morir a que me desplazaran al sur; mi hogar está aquí y no quiero marcharme”.
Las fuerzas israelíes también pidieron la evacuación de los tres principales hospitales del norte de Gaza, los hospitales Indonesio, Kamal Adwan y Al Awda. Estos funcionan al mínimo de su capacidad y tienen un total de 317 pacientes hospitalizados, con unas 80 personas en cuidados intensivos y sin poder moverse, según el Ministerio de Sanidad. Estas tres instalaciones médicas, así como las que siguen funcionando parcialmente en toda la Franja, deben protegerse a toda costa.
Nuestra clínica en la ciudad de Gaza recibió 255 pacientes solo el domingo y el lunes, mientras las opciones de acceso a la atención médica se reducen día a día. Para algunas personas, acceder a los pocos centros de salud existentes es imposible; nuestros equipos han recibido informes de heridos que han muerto al no poder buscar atención médica.
Entre los que se enfrentan a órdenes de evacuación en el norte hay siete miembros de nuestro personal que consiguieron encontrar refugio en la ciudad de Gaza. Otros cinco permanecen bloqueados en Jabalia, donde las fuerzas israelíes están sobre el terreno llevando a cabo ataques.
“La última medida de expulsar por la fuerza y con violencia a miles de personas del norte de Gaza hacia el sur está convirtiendo el norte en un desierto sin vida, al tiempo que agrava la situación en el sur, donde más de un millón de personas ya se han visto encajonadas en una pequeña porción de la Franja de Gaza y viven en condiciones deplorables”, afirma Sarah Vuylsteke, nuestra coordinadora de proyectos en Gaza.
“El acceso al agua, la atención sanitaria y la seguridad es ya casi inexistente, y la idea de que quepan más personas en este espacio es imposible de imaginar”, afirma Vuylsteke. “La gente ha estado sometida a desplazamientos interminables y a bombardeos incesantes durante los últimos 12 meses. Ya es suficiente, esto debe terminar ahora”.
Aunque las autoridades israelíes han declarado recientemente una mínima ampliación de la denominada zona humanitaria, el área sigue estando sujeta a órdenes de evacuación y es insegura debido a los bombardeos israelíes regulares. Muchas personas que viven en la zona padecen enfermedades cutáneas e infecciones respiratorias debido a las terribles condiciones. La situación es aún más preocupante con la llegada del invierno y las bajas temperaturas a las que estará expuesta la población.
Las fuerzas israelíes deben detener urgentemente las órdenes de evacuación en el norte de Gaza. La incesante matanza de personas en Gaza debe cesar ya, y debe aplicarse un alto el fuego inmediato y duradero sostenido.
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