Cuando nuestro equipo quirúrgico llegó al sur de Jartum, nos encontramos con un hospital en el que la gente se está dejando la piel y asumiendo verdaderos riesgos. Nos hemos unido a ellos para trabajar codo con codo e intentar ofrecer asistencia médica y servicios quirúrgicos a la población de esta zona. Ahora, trabajamos en colaboración con personal médico sudanés y con voluntarios de la comunidad.

MSF
19/05/2023
Nora Zergi, anestesista, prepara a un paciente para operarle y extraerle una bala. Equipo de cirugía de emergencia en el el hospital Bashair, Jartum, Sudán

Uno de nuestros equipos que trabaja con personal y voluntarios sudaneses en un hospital del sur de Jartum ha intervenido quirúrgicamente a 240 pacientes con diversos tipos de traumatismos en poco más de una semana. Muchos de ellos han sufrido heridas de bala o lesiones provocadas por las explosiones que causan los continuos ataques aéreos y bombardeos que se están produciendo en zonas urbanas de la capital.

Desde el pasado 15 de abril, día en el que estallaron los intensos combates en la capital sudanesa que rápidamente se extendieron a otras partes del país, los hospitales y centros de salud han tenido serias dificultades para seguir funcionando. Algunos han sufrido graves daños. Otros se enfrentan a una acuciante falta de personal; muchas personas han huido y las que se han quedado tienen grandes dificultades para desplazarse de forma segura por la ciudad.

El Hospital Universitario de Bashair, en el sur de Jartum, fue uno de esos centros médicos que tuvieron que cerrar por completo durante un tiempo. "Personal de medicina y enfermería, ayudado por un grupo de jóvenes de la comunidad, tomaron la decisión de intentar volver a poner en marcha este hospital después de que se cerrara y de que el personal se marchara para ponerse a salvo. Cuando nuestro equipo quirúrgico llegó al sur de Jartum, nos encontramos con un hospital en el que la gente se está dejando la piel y asumiendo verdaderos riesgos. Nos hemos unido a ellos para trabajar codo con codo e intentar ofrecer asistencia médica y servicios quirúrgicos a la población de esta zona", declara Will Harper, nuestro coordinador de emergencias.

  • Nuestra compañera Nora Zergi, anestetista, prepara a un paciente para cirugía. Hospital Bashir, Jartum, Sudán.

"Cuando llegamos, la situación era caótica", añade Hisham Eid, uno de nuestros médicos. "El hospital no estaba operativo. Unos pocos médicos y voluntarios hacían lo que podían para atender a un gran número de pacientes a pesar de la escasez de todo tipo de suministros, incluido el eléctrico. Ahora la situación está mejorando y podemos atender a muchos pacientes con eficacia".

Desde que nuestro equipo empezó trabajar en el hospital el 9 de mayo, se han realizado más de 240 intervenciones quirúrgicas, entre ellas unas cuatro intervenciones mayores al día. Los casos complejos y críticos representan una proporción significativa del total de pacientes con necesidades urgentes.

"Hemos atendido a múltiples pacientes con heridas de bala y de arma blanca que estaban muy graves y que no habrían sobrevivido sin una intervención quirúrgica", explica nuestro cirujano Shahzid Majeed. "Muchos presentaban heridas en el tórax, el abdomen, el hígado, el bazo, el riñón y el intestino. También hemos realizado aquí cirugía reconstructiva vascular, sin la cual los pacientes habrían muerto o habrían perdido algún miembro."

Conseguir que el equipo quirúrgico y otros profesionales médicos dispongan de los suministros adecuados para seguir prestando una atención médica que pueda salvar vidas es difícil. MSF y otras organizaciones hemos estado donando suministros médicos a los hospitales de Jartum y de otras áreas a partir de las reservas que ya había en el país. Pero los retrasos en la llegada de los suministros a Sudán y a las zonas donde más se necesitan -tanto logísticos como administrativos- suponen un grave problema. La obtención de combustible para hacer funcionar los generadores es una de las principales preocupaciones, ya que el suministro eléctrico, en el mejor de los casos, es intermitente. En otros, simplemente inexistente. 

  • El doctor Shahzid Majeed y la doctora Federica Iezzi, en el quirófano, revisan la lista de los casos siguientes.

"Hemos sido capaces de aumentar la calidad de la atención y hemos conseguido desarrollar cierta capacitación entre los voluntarios y el personal de aquí. Ya hemos conseguido hacer varias cirugías complicadas, pero también hemos mejorado los cuidados postoperatorios, el control de infecciones y todas esas cuestiones que suponen un reto en cualquier hospital cotidiano y que son especialmente difíciles cuando hay restricciones de agua, electricidad y de suministros médicos", explica Will Harper, nuestro coordinador de emergencias.

El conflicto no tiene visos de terminar por el momento, por lo que es necesario que lleguen más suministros y más personal médico a las zonas más necesitadas para garantizar que las personas que están sufriendo los efectos de la violencia o que han resultado heridas tengan acceso a una atención médica que pueda salvarles la vida. 

Las actividades quirúrgicas en Jartum se enmarcan en los diversos proyectos que estamos llevando a cabo en los estados de Jartum, Darfur Norte, Darfur Occidental, Darfur Central, Al Gezira, Nilo Azul y Al Gedaref, que incluyen la gestión y el apoyo a hospitales y clínicas, la gestión de clínicas móviles, el suministro de artículos no alimentarios y la realización de actividades de agua y saneamiento. 

Estamos comprometidos a permanecer en Sudán y seguirá prestando asistencia médica y humanitaria a las personas afectadas por esta crisis.