Sudán: suspendemos nuestras actividades en el hospital de Zalingei
Nos vemos obligados a tomar esta decisión tras un violento ataque armado perpetrado en el interior del hospital que se saldó con un muerto y cinco heridos.

Médicos Sin Fronteras nos hemos visto obligados a reducir nuestros equipos y suspender todas las actividades en el hospital que apoyamos en el estado de Darfur Central, Sudán, tras un violento ataque armado perpetrado en el interior del centro la noche del 16 de agosto. El ataque se saldó con un muerto y cinco heridos, entre ellos un miembro del personal del Ministerio de Salud. La suspensión de las actividades médicas se produce en medio de un mortal brote de cólera. No podremos reanudar nuestras operaciones hasta que todas las partes proporcionen garantías claras de seguridad para proteger al personal y a los pacientes.
El ataque tuvo lugar en el hospital de Zalingei la noche del 16 de agosto, después de que una persona fallecida con una herida de bala, presuntamente tras un incidente de saqueo en un campamento para personas desplazadas cercano, fuera trasladada a la sala de urgencias alrededor de las 20:20 horas. Los familiares del fallecido entraron armados y por la fuerza en el hospital. Poco después, llegó otro paciente con heridas de bala, también acompañado por personas armadas. Las tensiones entre los grupos que acompañaban a los pacientes se acrecentaron dentro del centro y, a las 10 de la noche, una granada de mano fue detonada frente a la sala de urgencias, causando la muerte de una persona. Otras cinco resultaron heridas, entre ellas un miembro del personal médico del Ministerio de Salud.
“Una persona ya ha perdido la vida en esta explosión y podrían haber muerto más si hubiera ocurrido durante el día, cuando el hospital estaba lleno de pacientes”, explica Marwan Taher, nuestro coordinador de emergencias en Darfur. “Suspender nuestras actividades y evacuar a nuestros equipos es una decisión que ninguna organización médica quiere tomar, pero nuestro personal no puede arriesgar su vida mientras presta asistencia”, añade Taher.
Desde el 1 de agosto, MSF hemos liderado una respuesta de emergencia contra el cólera en el hospital de Zalingei, donde ha atendido a 162 pacientes en solo 16 días, en colaboración con el Ministerio de Salud. El cólera ya se ha cobrado siete vidas, y el hospital de Zalingei es el único centro equipado para tratar casos graves en Darfur Central. Nuestros equipos también han prestado apoyo al Ministerio de Salud en la vigilancia para contener el brote. Además, entre mayo y julio de 2025, el hospital ha realizado más de 1.500 consultas ginecológicas, 1.400 consultas pediátricas y 80 intervenciones quirúrgicas. Al ser el único hospital de referencia para medio millón de personas, es el único centro que gestiona casos complejos en la zona. La clínica móvil de MSF en la localidad de Fogodiku y las actividades de participación comunitaria y promoción de la salud también se han suspendido, lo que deja a miles de personas sin atención esencial.
Durante más de 40 años, MSF hemos estado en primera línea de las principales crisis de Sudán, desde brotes de enfermedades hasta picos de malnutrición, y nuestro personal sigue apoyando a las comunidades durante el actual conflicto. Proteger a los equipos médicos es esencial para garantizar que puedan prestar asistencia. Ya en febrero de 2024, hombres armados irrumpieron en el hospital de Zalingei y secuestraron vehículos alquilados por MSF, lo que obligó a la retirada temporal del equipo de evaluación de la organización antes incluso de que comenzaran las actividades. El ataque del 16 de agosto supone el segundo incidente grave de seguridad en el hospital de Zalingei en un año y medio.
“Los ataques contra hospitales y personal médico son inaceptables y ponen vidas en peligro”, recalca Taher. “La presencia de armas dentro de un centro médico imposibilita que nuestros equipos puedan trabajar con seguridad. Sin garantías claras por parte de las partes implicadas sobre la seguridad tanto del personal del Ministerio de Salud como del de MSF, no podemos continuar con nuestro trabajo. La población de Zalingei necesita atención sanitaria urgente y se debe proteger su acceso a esta”.