Vacunación contra la polio en Gaza
Entrevistamos a Ramiro García Cantugal, nuestro coordinador médico en la Franja de Gaza.

¿Cuándo vais a empezar la vacunación contra la polio en la Franja de Gaza? ¿En cuántas fases y dónde tenéis previsto llevarla a cabo?
La vacunación está dividida en tres fases, en tres zonas diferentes de Gaza. En la primera fase, del 1 de septiembre al 4 de septiembre, se va a vacunar el centro de Gaza. Del 5 de septiembre al 8 de septiembre, se vacunará al sur, y del 9 de septiembre al 11 de septiembre, el norte de la Franja.
¿En cuántos centros de salud de MSF se va a llevar a cabo la vacunación
MSF tiene cinco centros de salud, en los que se va a estar vacunando a los niños y las niñas. Los cinco centros de salud están en la zona sur de Gaza.
¿A cuántos niños y niñas tenéis previsto llegar en estos días de pausa humanitaria?
El número de niños y niñas que se quiere vacunar en toda Gaza es de alrededor de 600.000. Cada uno de nuestros (cinco) centros de salud tiene como objetivo vacunar entre 5.000 y 6.000 menores.
¿Cuáles son las principales dificultades para vacunar en un contexto como el que estamos viendo?
Los problemas de esta campaña de vacunación, en un contexto de guerra, están relacionados con la seguridad. En este caso, la OMS ha acordado con el Gobierno israelí unas pausas humanitarias para permitir que los niños y las niñas se puedan acercar a los centros de salud y que el personal de vacunación puedan vacunar con tranquilidad. Pero, al final, una vez que acaben estas pausas humanitarias y dicha campaña de vacunación, volvemos a un contexto de guerra en el que hay actividades militares y bombardeos todos los días.
¿Es posible mantener la cadena de frío necesaria para las vacunas a pesar de los continuos cortes eléctricos y de la falta de espacios de almacenamiento adecuados?
Otra dificultad de esta campaña es la falta de electricidad. La electricidad que hay en Gaza es a través de generadores y, en este caso, UNICEF junto con la OMS están garantizando que haya generadores suficientes para mantener la cadena de frío que la campaña de vacunación necesita.
¿Cómo se va avisar a la población de los puntos de vacunación y cómo van a conseguir llegar hasta ellos?
Informar a la población de los puntos de vacunación, de los días de vacunación y de la importancia de la vacunación es una labor que realiza el personal de promoción de la salud, tanto el contratado por el Ministerio de Salud y la OMS, como el de nuestros centros de salud, donde también tenemos un equipo específico que nos ayuda a transmitir los mensajes a la comunidad. Sobre todo, en lo que respecta a la sensibilización acerca de la importancia de esta campaña y de que traigan a todos los niños y niñas para que los vacunemos.
¿Qué escenarios contempláis en el caso de que no se respetan las pausas humanitarias para vacunar?
En los puntos de vacunación, por ejemplo los en los que nosotros tenemos, se espera que lleguen entre 1.000 1.200 niños y niñas cada día. En el caso de que no se respetaran las pausas humanitarias, la verdad es que habría un riesgo muy grande de catástrofe. Si cayera una bomba o un misil en alguno de estos centros de vacunación, sería terrible porque estarán llenos de niños y niñas.
¿Hasta qué punto soluciona la amenaza del polio el hecho de que se lleve a cabo esta vacunación?
El objetivo de la campaña de vacunación es llegar al 95% de los niños y niñas menores 10 años en toda la Franja de Gaza. En el caso de que no se llegase a ese porcentaje, el riesgo de una epidemia seguiría allí y habría que hacer más rondas de vacunación para intentar llegar a este 95% y realmente reducir el riesgo de la epidemia al mínimo.
¿Qué otros problemas de salud es urgente afrontar en estos momentos? Habéis denunciado en varias ocasiones que no hay medicamentos para enfermos de cáncer o personas con enfermedades crónicas. ¿Es así?
Los problemas de salud que afronta la población aquí en Gaza son enormes. Estamos hablando de una población de casi dos millones de personas en una zona en guerra y donde el 70% de las estructuras de salud no son funcionales. Como se necesitan camas hospitalarias para atender a las personas heridas de guerra, se están quitando camas para atender otras patologías, como enfermedades cardíacas, cáncer y otras patologías crónicas. También faltan centros de salud, por lo que las urgencias de los hospitales se ven sobrepasadas por la cantidad de pacientes que llegan. Muchos de ellos podrían ser atendidos perfectamente en centros de salud pero, como no hay suficientes, se acaban colapsando las urgencias de los hospitales.