En 2021, Médicos Sin Fronteras colaboró en la provisión de atención traumatológica y de emergencia, al tiempo que continuaba combatiendo la malaria, el cólera y las enfermedades desatendidas.

  • 43.000  consultas externas
  • 1.100 cirugías
Mapa de proyectos de MSF en Burundi en 2021

Concluimos el traspaso de nuestras actividades en el Arca de Kigobe, un centro traumatológico de Bujumbura que administrábamos desde 2015; comenzamos a centrarnos en colaborar con el Hospital Prince Regent Charles, un importante centro público, para atender a pacientes con traumatismos graves y moderados. Además de capacitar a los equipos médicos, donamos suministros, asumimos algunas obras de rehabilitación y ofrecimos ayuda económica.

Este apoyo se hizo aún más efectivo al estallar enfrentamientos armados en la ciudad, en los meses de mayo, septiembre y diciembre; en esas ocasiones, nuestro personal trabajó directamente en la atención de emergencia en el hospital, con el fin de hacer frente a la gran afluencia de pacientes heridos por granadas de mano.

En noviembre, cuando llegaron noticias de varios casos sospechosos de cólera en la provincia de Cibitoke, enviamos a un equipo para colaborar con el centro local de tratamiento de esta enfermedad, que, de hecho, habíamos habilitado dos años antes. Unas semanas más tarde, cuando un gran incendio destruyó amplias zonas de la prisión central de Gitega, ayudamos al hospital de la ciudad a atender a los supervivientes, muchos de los cuales sufrían quemaduras graves.

Desde finales de 2019, llegaron noticias en la provincia de Muyinga sobre una enfermedad que estaba afectando a muchas personas y que causa úlceras en las extremidades inferiores. Trabajamos para mejorar la detección temprana y la atención en los centros de salud y en el ámbito de las comunidades, y al mismo tiempo defendimos arduamente que se investigue la naturaleza, las causas y la forma de transmisión de esta enfermedad tropical desatendida.

Una de nuestras prioridades en Burundi es combatir la malaria, la principal causa de muerte en el país. Además de proporcionar tratamiento, colaboramos con las autoridades sanitarias para implementar medidas que reduzcan la incidencia de la enfermedad. En los distritos de Kinyinya y Ryansoro, ayudamos con la atención médica en centros de salud y dirigimos campañas de fumigación en interiores para acabar con el mosquito transmisor. Durante estas campañas, recibieron ayuda cerca de 100.000 hogares, con lo que estimamos que quedaron protegidas medio millón de personas durante nueve meses.

 

Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2021; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2021, contábamos con 224 profesionales* y gastamos 6,8 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 1992.

* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.