Día Mundial del Sida: por unas pruebas y un tratamiento cerca de los enfermos

Nuestro programa piloto de diagnóstico y tratamiento en Yambio, en el suroeste de Sudán del Sur, mejora la vida de las personas con VIH que viven en áreas conflictivas. Les acerca las pruebas de detección, ofrece los resultados en un mismo día, y asegura un tratamiento antirretroviral continuado. “Antes los enfermos no podían hacer nada más que sufrir y morir”, recuerda un jefe tribal de la zona.

MSF
01/12/2017

Para muchas personas que habitan en las zonas rurales de Sudán del Sur, resulta prácticamente imposible acceder a pruebas para el diagnóstico del VIH y al tratamiento antirretroviral. Ir de un pueblo a otro es extremadamente difícil y la guerra ha obligado a muchos a huir a lugares aislados.

Pero en el condado de Yambio, situado en el suroeste del país, las cosas son muy diferentes: un proyecto piloto está prestando asistencia a muchas personas que conviven con el VIH. Gracias a las pruebas de detección con resultados el mismo día y el tratamiento móviles que Médicos Sin Fronteras proporcionamos, las vidas de las víctimas del VIH y sus familias han mejorado mucho.

"Antes, había muy pocas posibilidades de tratamiento para las personas con VIH de la zona. Los enfermos no podían hacer nada más que sufrir y morir", comenta Arkangelo Ruben, un jefe tribal y líder de su comunidad situada en la región de Ecuatoria Occidental, en Sudán del Sur.

"Llegar a una ciudad con un dispensario de medicamentos solía llevar varios días. Todo empeoró cuando comenzó la lucha: las personas tuvieron que huir de sus hogares, quedándose sin acceso a la atención sanitaria", recuerda.

Un programa piloto que rompe barreras

Nuestra organización ha tenido una larga vinculación con Yambio, en Ecuatoria Occidental, a través nuestra asociación con el Ministerio de Sanidad a nivel estatal. Queríamos ver cuál era la mejor manera de proporcionar un tratamiento antirretroviral efectivo para la población de las zonas rurales de los alrededores de Yambio donde la prevalencia del VIH se estimaba en el 3,4 %, muy por encima de la media nacional.

"El acceso a la atención contra el VIH, vital para los pacientes, no debe limitarse a las poblaciones que viven en contextos estables o cerca de los centros de salud. En Yambio, queremos demostrar que es posible poner en marcha un sistema en el que las personas que conviven con el VIH puedan tener acceso a estos servicios, incluso en entornos muy difíciles", explica Jaume Rado, nuestro coordinador en el país.

Para dar respuesta a este desafío, contamos con el apoyo del Ministerio de Sanidad para dar inicio a un programa piloto de ‘prueba y tratamiento’ (‘Test and Treat’, en su nombre original), que lleva dos años y medio en funcionamiento en el condado de Yambio y finalizará en junio de 2018.

Actualmente, dos equipos móviles están administrando seis centros donde las personas que viven en las zonas rurales circundantes pueden someterse a las pruebas de detección y recibir tratamiento antirretroviral.

En lugar de obligar a los pacientes a acudir a una clínica o dispensario lejos, nuestro servicio acude a las comunidades rurales en horarios establecidos", comenta Farhan Adan, nuestro coordinador de proyectos en Yambio.

"Se pueden realizar las pruebas con un paciente y que tenga los resultados en un día. Así, el tratamiento puede comenzar de inmediato. También contamos con asesores que pueden explicar el impacto que el VIH tendrá en la vida de los pacientes. Además, los trabajadores comunitarios pueden incluso llevar los medicamentos a lugares muy aislados".

Un tratamiento ininterrumpido y cercano

"Si bien este sistema es nuevo en esta región, el método de prueba y tratamiento se ha probado en otras partes de África y fue la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que lo introdujo por primera vez. La gran diferencia con este proyecto es que Yambio está en una zona conflictiva. De vez en cuando, el nivel de violencia aumenta, dejando a la población aislada del mundo exterior".

"Los primeros días, era todo mucho más difícil. Teníamos que ir de casa en casa llamando a las puertas. A veces las familias vivían en partes muy aisladas del bosque; los trabajadores comunitarios de salud tenían que caminar durante horas para encontrar las cabañas " explica Isaac Zinaro, nuestro supervisor de trabajadores comunitarios. "Ahora, las personas saben cuándo estamos en su aldea y cómo acceder a nuestros servicios".

Las cifras más recientes son esperanzadoras. Entre junio de 2015 y los primeros días de noviembre de 2017, 14.804 personas se sometieron a pruebas del VIH. De ellas, 505 dieron positivo y 401 fueron incluidas en el programa. La mayoría de los que no se encontraban en el programa decidieron no participar a pesar de que se les aconsejaba que así lo hicieran.    

La flexibilidad del método de prueba y tratamiento basado en la comunidad implica que los pacientes tienen acceso ininterrumpido a los medicamentos que necesitan. Pueden recibir medicación en cantidad suficiente como para que les dure tres meses, aunque sus pueblos queden aislados.

"Si los equipos no pueden acceder a una zona, se selecciona un punto focal o de voluntarios para recoger los medicamentos para un grupo de pacientes. Estos grupos de pacientes también sirven como grupos de apoyo, lo que refuerza el modelo de tratamiento centrado en la comunidad y el paciente", comenta Beatriz, la directora médica del equipo de Yambio. "No es exactamente una entrega puerta por puerta, pero es lo más parecido que se puede lograr en esta situación", confiesa.

Una de las pacientes que se beneficia de este método es Nama Martin, a quien le diagnosticaron VIH hace 10 años. "Cuido a 15 niños. Ya se ve que no tengo mucho dinero ni tiempo. Antes tardaba dos días de ida y dos de vuelta hasta Yambio, y tenía que sumar el coste de una noche de alojamiento. Mis hijos se quedaban solos. Ahora los medicamentos que necesito llegan a un pueblo que está a poca distancia", relata.

A medida que la fase piloto se acerca a su fin, un socio local, la Junta de la Misión Médica Católica ya se está preparando para hacerse cargo del proyecto.

"Teniendo las áreas de Yambio cubiertas por nuestro proyecto, el siguiente paso es transmitir lo aprendido del programa piloto a otros profesionales de la salud con la ayuda del Ministerio de Sanidad", dice Jaume Rado. "Muchas otras comunidades afectadas por la guerra y muchas personas desplazadas pueden beneficiarse de lo que hemos probado aquí".