En Sudán del Sur, llevamos a cabo uno de nuestros programas de asistencia más grandes del mundo con el fin de dar respuesta a la gran cantidad de necesidades de salud ocasionadas por el conflicto en curso, los fenómenos meteorológicos extremos y los brotes de enfermedades.

  • 891.000 consultas externas
  • 309.900 casos de malaria tratados
  • 62.500 hospitalizaciones
  • 125.000 vacunaciones contra el sarampión en respuesta a un brote
  • 12.600 partos asistidos
  • 6.460 intervenciones quirúrgicas
  • 4.610 personas atendidas tras sufrir violencia física intencional
  • 3.810 niños y niñas admitidos en programas nutricionales para pacientes hospitalizados
  • 2.540 personas atendidas tras sufrir violencia sexual
  • Mapa de proyectos de MSF en Sudán del Sur 2022

Las personas en Sudán del Sur seguían sufriendo las consecuencias de la violencia recurrente, el acceso deficiente a la atención médica, la inestabilidad económica y un cuarto año consecutivo de inundaciones desastrosas. Más de dos tercios de la población seguía necesitando asistencia humanitaria en 2022,  y es probable que esta cifra aumente, ya que, a lo largo del año, se produjeron recortes considerables en la ayuda internacional.

En 2022, Médicos Sin Fronteras (MSF) prestamos diversos servicios de atención médica, incluida atención básica y especializada, y enviamos equipos móviles para ayudar a personas desplazadas y comunidades remotas en dos áreas administrativas y en ocho de los diez estados del país. Además de responder a emergencias y brotes de enfermedades, llevamos a cabo actividades de prevención, como campañas de vacunación y quimioprevención de la malaria estacional. También abrimos un servicio de hospitalización en una región remota del Área Administrativa del Gran Pibor y comenzamos a rehabilitar un hospital en Kajo Keji.

  • Miembros del equipo logístico de MSF distribuyen mantas y bidones en el campo de desplazados de Nyin Deng Ayuel, en el condado de Twic.

Inundaciones

Alrededor de dos tercios de Sudán del Sur quedaron cubiertos por inundaciones en la temporada de lluvias de 2022, lo que afectó a más de un millón de personas.  Durante los últimos cuatro años, las inundaciones han tenido una intensidad sin precedentes, lo que ha colocado al país en la primera línea de la crisis climática. Decenas de miles de personas viven en campamentos para desplazados, donde hay falta de alojamiento, agua potable segura, atención médica e instalaciones de saneamiento.

Con muchas comunidades abandonadas en “islas”, MSF dirigimos clínicas móviles para mejorar el acceso a la atención médica y brindamos derivaciones de emergencia en bote. En algunos lugares, también establecimos estructuras temporales para garantizar la continuidad de la atención. En Bentiu, estado de Unity, respondimos a la afluencia de pacientes con enfermedades transmitidas por el agua aumentando nuestra capacidad de camas de 135 a 175. En Maban, estado de Alto Nilo, distribuimos artículos de primera necesidad, como lonas de plástico, mantas, kits de higiene y equipos de cocina, e instalamos centros de agua y saneamiento. En ocasiones, nuestros equipos tenían que viajar a pie durante varias horas para entregar medicamentos a las personas desplazadas por las inundaciones en el Área Administrativa Especial de Abyei.

Violencia

La violencia aumentó en muchas zonas en 2022. Nuestros equipos respondieron a emergencias relacionadas con el conflicto en siete lugares distribuyendo artículos de primera necesidad y dirigiendo clínicas móviles en las comunidades afectadas.

El conflicto entre grupos armados en Alto Nilo y Gran Fangak provocó cientos de víctimas y desplazó a decenas de miles de personas. Nuestros hospitales en Viejo Fangak, la ciudad de Malakal y el Campo de Protección de Civiles (POC) de Malakal, el último POC del país, recibían a muchos pacientes heridos. Algunos llegaban con infecciones graves, ya que a veces les llevaba días llegar al hospital debido a la inseguridad y a las inundaciones.

  • Nyamal Duop Gatluak regresa en un vuelo de MSF a Old Fangak, tras recibir tratamiento para una fractura en el hospital de MSF en Bentiu.

En julio, lanzamos una intervención de emergencia de tres meses y distribuimos artículos de primera necesidad en el condado de Magwi, estado de Ecuatoria Oriental, para ayudar a las comunidades con necesidades médicas y de agua y saneamiento después de que estallara el conflicto en la región. También comenzamos a colaborar con los servicios médicos en cinco centros de atención médica general. En una intervención de emergencia en Tambura, estado de Ecuatoria Occidental, tras el desplazamiento de unas 80.000 personas debido a la violencia, nuestros equipos brindaron atención médica general, incluidas vacunas, junto con atención materna y apoyo para la salud mental.

Nuestros equipos no fueron inmunes a la violencia. Un enfermero de Sudán del Sur de nuestro hospital de Agok fue asesinado en su casa en febrero cuando estallaron los enfrentamientos entre comunidades. Otro miembro de nuestro personal fue asesinado a tiros en el condado de Leer. En Yei, un grupo armado a uno de nuestros equipos en la carretera y prendió fuego a dos de nuestros vehículos.

Cuando estallaron los violentos enfrentamientos en Agok en febrero y marzo, la mayoría de los residentes huyeron a la ciudad de Abyei o al condado de Twic. Nos mudamos con ellos para seguir respondiendo a sus necesidades, colaborando con los servicios en el hospital Ameth-Bek de Abyei y brindando asistencia médica a las personas desplazadas en el condado de Twic. Además, brindamos atención médica general, incluido apoyo para la salud mental, en el condado de Tambura, estado de Ecuatoria Occidental, y colaboramos con cinco centros sanitarios generales en el condado de Leer, estado de Unity, donde también distribuimos artículos de primera necesidad a las personas afectadas por la violencia.

Respuestas a brotes

Por primera vez en el mundo, nuestros equipos llevaron a cabo una campaña de vacunación masiva en el campamento para desplazados más grande de Sudán del Sur en respuesta a un brote activo de hepatitis E, un virus que es particularmente mortal en mujeres embarazadas, ya que mata hasta el 25% de las mujeres embarazadas infectadas con la enfermedad. En marzo, abril y octubre, junto con el Ministerio de Sanidad, llevamos a cabo conjuntamente tres rondas de vacunación en el campamento del condado de Bentiu. MSF esperamos que este precedente fomente la aceptación de la vacuna en otros países que tengan brotes similares.

Nuestros equipos también llevaron a cabo campañas de vacunación para responder a los brotes de sarampión en cinco estados y en el Área Administrativa del Gran Pibor. En Maban, distribuimos mosquiteras a los grupos familiares para protegerlos de la malaria después de que otras organizaciones cesaran sus actividades contra la malaria debido a recortes de fondos.

  • Cirugía en el hospital de Ameth-Bek

Entregas en Mundri y Yei

En el mes de mayo, después de más de cinco años de brindar atención vital a la población de Gran Mundri, estado de Ecuatoria Occidental, entregamos nuestras actividades al Ministerio de Sanidad. En 2016, lanzamos una intervención de emergencia en Mundri, comorespuesta a necesidades humanitarias y médicas críticas; sin embargo, a medida que el proyecto se estabilizó, decidimos centrarnos en ayudar a comunidades en zonas más desatendidas. A lo largo de los cinco años, tratamos a cientos de miles de pacientes, respondimos a emergencias locales y capacitamos al personal médico, muchos de los cuales ahora son profesionales sanitarios calificados.

En 2022, también entregamos el departamento de hospitalización del hospital de Yei al Ministerio de Sanidad. Comenzamos a colaborar con el departamento en septiembre de 2018 donando medicamentos y equipos, capacitando al personal y ayudando con el mantenimiento del centro sanitario. Ahora, ampliamos nuestras actividades externas en el condado de Yei brindando atención médica mediante tres centros sanitarios del Ministerio de Sanidad y dirigiendo clínicas móviles y servicios sanitarios en la comunidad.

Academia de MSF

Después de décadas de conflicto, la gran escasez de infraestructura sanitaria y de profesionales médicos calificados continúa planteando grandes desafíos para el desarrollo de un buen sistema de atención médica en esta nación, la más joven del mundo. La Academia de Atención Médica de MSF tiene el objetivo de reforzar las competencias de los profesionales sanitarios y mejorar la calidad de la atención. En el mes de junio, el primer grupo de 35 estudiantes de enfermería en Viejo Fangak, estado de Junqali, se graduó después de completar 18 meses de capacitación en atención de enfermería.


Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2022; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2022, contábamos con 3.460 profesionales* y gastamos 112,1 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en los territorios que actualmente conforman Sudán del Sur en 1983.

En 2022, MSF España era una de las secciones de MSF con actividades en el país. Si quieres conocer más en profundidad nuestro trabajo allí, consulta nuestro ‘Informe de Operaciones 2022’.

* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.